El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que no está “feliz” con el acuerdo preliminar que alcanzaron los legisladores para proporcionar fondos para construir parte de su prometido muro fronterizo, pero agregó que no era probable otro cierre del Gobierno.
“No puedo decir que estoy feliz, no puedo decir que estoy emocionado”, declaró en una reunión de gabinete en la Casa Blanca. Sin embargo, indicó que podría complementar la oferta del Congreso con otras fuentes y así abandonar la disputa.
“El muro se construirá de todos modos”, añadió, sugiriendo que sacará fondos adicionales de “áreas mucho menos importantes”, aunque no explicó cuáles, ni cuándo iniciaría la edificación de la barrera con México.
Legisladores demócratas y republicanos alcanzaron el lunes un acuerdo preliminar para proporcionar mil 300 millones de dólares para la valla, lejos de los cinco mil 700 millones pretendidos por el presidente. Esos fondos servirán para construir 90 kilómetros de un nuevo muro a lo largo de la frontera con México.
El dinero, junto con otras medidas de seguridad fronteriza, se presentó como parte de un acuerdo viable para satisfacer a ambas partes y permitir que Trump deje de lado su amenaza de volver a paralizar el Gobierno desde el viernes.
Los congresistas, entre ellos de su propio partido, el Republicano, presionaron al mandatario para que acepte el acuerdo puesto sobre la mesa ayer. El senador Richard Shelby, el principal negociador por parte de los republicanos, consideró que fue “un acuerdo bastante bueno”.
El senador demócrata Patrick Leahy consideró que el pacto “probablemente” será aprobado en el Congreso y quedará luego listo para la firma de Trump. “El acuerdo está siendo escrito y sospecho que será presentado hoy”.
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