El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este lunes contra la ex primera dama Michelle Obama, a quien llamó “asquerosa” durante un mitin en Atlanta, Georgia. Este ataque se produce días después de que Michelle Obama cuestionara el estado mental de Trump en un evento de campaña en apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris.
Durante su discurso ante cientos de seguidores, Trump afirmó que Michelle Obama había cometido un “grave error” al criticarlo. “Siempre he tratado de ser amable y respetuoso (…) no debería haber hecho eso”, dijo el candidato republicano, reflejando su descontento con los comentarios de la ex primera dama.
Los comentarios de Obama habían surgido en un contexto de creciente tensión política. Durante un mitin en Michigan, ella expresó su frustración por la “indiferencia” del público estadounidense ante lo que describió como el “comportamiento errático” y el “evidente deterioro mental” de Trump, además de su “historia como delincuente convicto”.
La dinámica entre ambos líderes políticos se intensifica en la recta final de una campaña electoral que se presenta muy reñida. Según el agregador de encuestas 538, Kamala Harris supera a Trump en intención de voto nacional por apenas 1.5 puntos porcentuales, lo que añade presión a ambos candidatos en su búsqueda de apoyo electoral.
La confrontación verbal entre Trump y Michelle Obama refleja no solo la polarización política en el país, sino también la estrategia de ambos lados para movilizar a sus bases en un momento crítico de la contienda electoral.
