El presidente estadounidense Donald Trump mantuvo su intransigencia sobre el cierre parcial del Gobierno, ya en su cuarta semana, por su insistencia en los fondos para el muro en la frontera con México.
El mandatario señaló que había rechazado la propuesta del senador republicano Lindsey Graham de reabrir el Gobierno temporalmente mientras siguen su curso las negociaciones. “Sí, lo rechacé”, dijo Trump. “No me interesa. Quiero resolver el asunto. No quiero postergarlo simplemente”.
Hoy se cumplen 25 días de la paralización oficial que ha afectado a cientos de miles de empleados federales y de la cual no se avista un fin. Trump exige que los legisladores le aprueben cinco mil 700 millones de dólares para financiar un muro a lo largo de la frontera con México, mientras que los demócratas consideran que tal obstáculo es innecesario e incluso “inmoral”. Exigen que Trump permita la reanudación de las funciones oficiales antes de proseguir la negociación de más medidas de seguridad fronteriza.
Hace semanas, Trump dijo que estaría “orgulloso” de ser el responsable de la paralización oficial y, según las encuestas, la mayoría de la opinión pública lo considera responsable. Pero ahora les atribuye la culpa a sus rivales políticos.
El magnate ha mantenido a Washington en ascuas sobre la posibilidad de declarar un estado de emergencia, lo que seguramente crearía desafíos judiciales y una crisis política. Inicialmente el presidente indicó que un paso así era inminente, pero luego retrocedió. En días recientes ha enfatizado que prefiere una solución legislativa. “No quiero declarar una emergencia nacional. Esto es tan simple que no debería ser necesario. Cuando se trata de mantener seguro al pueblo estadounidense, no voy a ceder jamás”.
Trump recibió ayer al equipo de futbol americano Tigers de Clemson, reciente campeón del título nacional universitario, con casi mil hamburguesas. Explicó que tuvo que pedir comida rápida por la falta de personal en la Casa Blanca debido al cierre parcial de la Administración.
En una nota, la oficina presidencial indicó que Trump “quería organizar un evento divertido para celebrar” el título de los Tigers de Clemson, por lo que decidió “pagar personalmente” la comida rápida.
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