El Presidente electo Donald Trump se prepara para firmar más de 25 decretos y directivas en su primer día de mandato, el 20 de enero, con el objetivo de remodelar drásticamente la política del Gobierno de Estados Unidos. Esta iniciativa abarca desde la migración hasta la energía, y busca ejercer su poder ejecutivo con una rapidez y escala superiores a las de su primer mandato.
Fuentes cercanas al equipo de Trump han revelado que el presidente ha expresado su deseo de hacer un “gran chapoteo” con estas órdenes, lo que contrasta con su primer día en 2017, cuando solo firmó un puñado de decretos. En comparación, el presidente demócrata Joe Biden promulgó 17 órdenes en su primer día en 2021, muchas de las cuales buscaban revertir políticas de Trump.
La portavoz de Trump, Karoline Leavitt, aseguró que el pueblo estadounidense puede esperar que el presidente cumpla con las promesas de su campaña a través de estas acciones ejecutivas. Aunque los decretos permiten a los presidentes establecer rápidamente sus objetivos políticos sin pasar por el Congreso, pueden enfrentar impugnaciones judiciales y requieren que cualquier financiamiento sea aprobado por dicho órgano legislativo.
El equipo de Trump, liderado por Stephen Miller, un antiguo asesor, está trabajando en colaboración con grupos como el America First Policy Institute y la Heritage Foundation para desarrollar estas órdenes. Se espera que los primeros decretos se centren en revertir las políticas migratorias de Biden, otorgando mayor autoridad a los funcionarios de inmigración para detener a personas sin antecedentes penales, aumentando la presencia militar en la frontera y reiniciando la construcción del muro fronterizo.
Además, Trump ha manifestado su intención de tomar medidas para poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento y eliminar protecciones contra la discriminación para estudiantes transgénero, así como prohibir programas de formación sobre diversidad para contratistas federales. Estas acciones reflejan un enfoque claro en sus promesas de campaña y marcan el inicio de su segundo mandato con una agenda ambiciosa y controvertida.