El expresidente estadounidense Donald Trump hizo su entrada en el tribunal de Nueva York en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, dando inicio al juicio civil en su contra por fraude continuado en la Organización Trump. La Fiscalía del estado de Nueva York impulsa este proceso, que busca esclarecer acusaciones de inflar el valor de los activos de la empresa para obtener ventajas económicas.
Aunque Trump había advertido que asistiría en persona para defender su nombre y reputación, su entrada al tribunal se produjo discretamente por una entrada lateral, evitando a la prensa congregada en la escalinata de Foley Square. Acompañado de sus hijos Eric, Donald Jr. y otros socios acusados, el expresidente se adentró en la Corte Suprema estatal alrededor de las 9:30 de la mañana.
En declaraciones a los medios, Trump calificó el caso como una “continuación de la caza de brujas” en su contra y reafirmó la validez de sus declaraciones financieras y el valor de sus propiedades. También sugirió que se trata de un intento de interferencia en las próximas elecciones, en las que figura como favorito republicano.
Por su parte, la fiscal Letitia James, encargada del caso, afirmó que “la justicia prevalecerá” ante los argumentos presentados. La semana pasada, el juez ya resolvió el cargo principal del caso, considerando a Trump, su empresa y sus hijos mayores responsables de fraude y ordenando la cancelación de sus licencias de negocio en el estado.
En las inmediaciones del tribunal, un grupo de manifestantes se congregó con pancartas que acusaban a Trump de ser un criminal y cuestionaban su influencia en la democracia. A pesar de su pequeño número, superaban en cantidad a los defensores de Trump, quienes portaban carteles que proclamaban “Trump ganó” y mostraban su apoyo al expresidente.