El estudio, publicado en la revista Science Immunology, advierte que el hallazgo no debe considerarse un ensayo clínico.
Un estudio clínico señala que un medicamento para combatir el cáncer inhibe la reacción inflamatoria descontrolada y mejora los niveles de oxigenación en pacientes con covid-19 grave.
Según el estudio, del que se hace eco la revista Science Immunology, el fármaco se administró a 19 pacientes hospitalizados en EE.UU., 11 con oxígeno suplementario y ocho con ventilación mecánica.
El medicamento en concreto se denomina acalabrutinib, un inhibidor selectivo de la proteína tirosina quinasa de Bruton (BTK) utilizado para tratamientos con enfermos de cáncer.
Durante el ciclo de tratamiento, que duró entre 10 y 14 días, el acalabrutinib mejoró la oxigenación de la mayoría de los pacientes, muchas veces en tan solo uno o tres días, y no se presentó ningún tipo de toxicidad perceptible.
“La proteína BTK desempeña un papel importante en el sistema inmunitario normal, incluido en los macrófagos, un tipo de célula inmunitaria innata que puede causar inflamación al producir proteínas conocidas como citocinas”, destaca el texto.
Órganos dañados
El estudio explica que en algunos pacientes con covid-19 grave se libera una gran cantidad de citocinas en el cuerpo de una vez, lo que hace que el sistema inmunitario dañe la función de órganos como los pulmones, además de atacar la infección.
Asimismo, se advierte que los hallazgos no deben considerarse consejos clínicos, sino que se están compartiendo para ayudar a frenar la respuesta inmunológica masiva en pacientes con casos graves de covid-19.
“Aunque los inhibidores de BTK están aprobados para tratar ciertos tipos de cáncer, no lo están para luchar contra el covid-19”, señala el texto, mientras reitera que se necesita “un ensayo clínico controlado para comprender las mejores y más seguras opciones de tratamiento para pacientes” con el virus.
El estudio fue dirigido por científicos del Centro de Investigación del Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EE.UU., en colaboración con investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), así como por el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed y otros cuatro hospitales nacionales.
Fuente: https://www.actualidad.rt.com