Pfizer reconoció este jueves que su vacuna contra COVID-19, basada en la tecnología de ARN mensajero, posiblemente pierde efectividad en un plazo de seis meses, por lo que quizá sea necesario una tercera dosis de refuerzo para las personas que ya fueron inoculadas con este biológico.
Por lo tanto, la farmacéutica solicitará la autorización de los reguladores de Estados Unidos para una tercera dosis, ya que, según la farmacéutica, otra inyección en un plazo de 12 meses podría aumentar drásticamente la inmunidad y tal vez daría protección frente a las variantes del coronavirus que son más contagiosas.
Una investigación en varios países muestra que la inyección de Pfizer y otras vacunas contra el COVID-19 ampliamente utilizadas ofrecen una fuerte protección contra la variante Delta, la cual es más contagiosa, se está propagando rápidamente por todo el mundo y ahora es responsable de la mayoría de las infecciones nuevas en Estados Unidos.
Sin embargo, un estudio realizado en Israel arroja que la capacidad protectora de la referida vacuna contra infecciones sintomáticas se reduce en un plazo de 6 meses posterior a la inyección, señaló la compañía a CNN en un correo electrónico.
Dos dosis de la mayoría de las vacunas son determinantes para desarrollar altos niveles de anticuerpos contra todas las versiones del coronavirus, no solo la variante Delta. Pero en una gran parte del mundo todavía no ha recibido siquiera la primera dosis mientras la pandemia continúa.
Pero los anticuerpos disminuyen naturalmente con el tiempo, por lo que también se están realizando estudios para determinar si se pueden necesitar refuerzos y cuándo.
El doctor Mikael Dolsten, de Pfizer, dijo el jueves a AP que los primeros datos del estudio de refuerzo realizado por la compañía indican que los anticuerpos de una persona aumentan de cinco a 10 veces después de una tercera dosis, en comparación con una segunda inyección meses antes.
Pfizer planea solicitar en agosto a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) la autorización de emergencia de una tercera dosis, dijo el médico.
¿Por qué es importante esto para la variante Delta? Dolsten señaló datos de Gran Bretaña e Israel que muestran que la vacuna de Pfizer “neutraliza muy bien” esta variante. La suposición, dijo, es que cuando los anticuerpos bajan lo suficiente, la variante Delta podría causar una infección leve antes de que el sistema inmunológico vuelva a activarse.
La autorización de la FDA sería solo un primer paso; no significaría automáticamente que a la gente se le ofrezcan refuerzos, advirtió el doctor William Schaffner, experto en vacunas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt. Las autoridades de salud pública tendrían que decidir si realmente son necesarias, especialmente porque millones de personas no tienen protección.
“Las vacunas fueron diseñadas para mantenernos fuera del hospital”, y siguen haciéndolo a pesar de la variante Delta, dijo. Administrar otra dosis sería “un gran esfuerzo mientras aún estamos tratando de lograr que la gente reciba la primera dosis”.
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