El pronunciamiento del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre el magnicidio del excandidato presidencial de Ecuador, Fernando Villavicencio, generó una serie de reacciones por parte de Verónica Sarauz, esposa de la víctima, y del gobierno ecuatoriano.
Sarauz lamentó las declaraciones de López Obrador, señalando vínculos entre las fuerzas progresistas mexicanas y el crimen organizado. A su vez, demandó respeto por la memoria de su esposo y criticó la calidad moral del presidente mexicano para hablar sobre democracias.
Por otro lado, el gobierno de Ecuador, en respuesta a las afirmaciones de López Obrador, declaró persona non grata a la embajadora de México en el país, Raquel Serur. La medida se fundamenta en considerar “muy desafortunadas” las declaraciones del presidente mexicano respecto a las elecciones ecuatorianas de 2023 y el asesinato de Villavicencio.
La cancillería ecuatoriana invocó el principio de no intervención en asuntos internos de otros países y la convención de Viena para tomar esta medida diplomática, que implica la salida del país de la embajadora mexicana. Este episodio evidencia las tensiones diplomáticas surgidas a raíz del crimen político ocurrido en Ecuador el año pasado, que sigue generando repercusiones en la esfera internacional.
