Washington advierte sobre el liderazgo de los cárteles en el flujo migratorio hacia EU

WASHINGTON, DC – La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha emitido una advertencia sobre el creciente papel de los cárteles de drogas en el flujo migratorio hacia la Unión Americana. Según el secretario adjunto para la Frontera y Política Migratoria del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Blas Núñez-Neto, esto representa un cambio fundamental en los operativos de las redes de contrabando de personas en el continente americano.

En una conferencia de prensa, Núñez-Neto destacó que los cárteles de drogas están dirigiendo cada vez más el movimiento de personas, no solo en México, sino en todo el hemisferio, incluso a través de la peligrosa región del Darién en Panamá. Esta situación ha llevado a la administración de Biden a trabajar de manera integral con los departamentos de Estado, Defensa y Justicia para enfrentar estas redes de contrabando.

Si bien se reconoce el papel de gobiernos como México y Guatemala en la contención de los flujos migratorios, el funcionario señaló que es demasiado pronto para afirmar que estas acciones han tenido un impacto en la disminución de los encuentros en la frontera. Sin embargo, Núñez-Neto elogió los esfuerzos conjuntos sin precedentes de México, Guatemala, Panamá y Colombia para combatir las redes de contrabando en la región del Darién.

Según datos del DHS, la llegada de migrantes de todas las nacionalidades ha disminuido en un 50 por ciento después de la finalización del Título 42 en la frontera, en comparación con días anteriores.

En cuanto a los migrantes procedentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, se informó que más de 2,400 personas de esos países han sido repatriadas y aceptadas por México en virtud de un acuerdo bilateral alcanzado recientemente para recibir hasta 30,000 migrantes de esas nacionalidades al mes.

El secretario adjunto también destacó las consecuencias más duras que enfrentan aquellos que cruzan la frontera ilegalmente, incluida una prohibición mínima de cinco años para reingresar a Estados Unidos y la posibilidad de ser procesados penalmente si intentan hacerlo nuevamente.

Aunque se temía que el número de llegadas pudiera alcanzar las 13,000 personas diarias, sobrepasando la capacidad del gobierno federal para procesarlos, Núñez-Neto afirmó que la colaboración de los gobiernos extranjeros ha contribuido a mantener bajo control el flujo de migrantes.

Si bien se reconocen los avances, el funcionario enfatizó que es demasiado pronto para llegar a conclusiones firmes y que se seguirá monitoreando la situación en los próximos días.

La cuestión de los cárteles de drogas y su influencia en el flujo migratorio hacia Estados Unidos sigue siendo una preocupación importante para la administración de Biden, que busca abordar tanto la inmigración como el narcotráfico de manera integral y colaborativa con otros países de la región.

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