A dos años de su triunfo electoral, Andrés Manuel López Obrador ha tenido un desempeño que divide opiniones. Por un lado, funcionarios y morenistas afines a su proyecto consideran que la transformación va por buen camino, mientras que por otro, especialistas señalan que no hay buenas cuentas que informar.
En este tiempo, como presidente electo y tras asumir el cargo, Andrés Manuel López Obrador ha abierto al menos 18 frentes que lo han confrontado con distintos sectores y que han impactado en su popularidad, así como en sus decisiones de gobierno.
Tan sólo en este 2020, en plena crisis de salud generada por la irrupción del Covid-19 en México, el Titular del Ejecutivo puso en la congeladora la cercana relación con la que inició su administración con los consejos Coordinador Empresarial (CCE) y Mexicano de Negocios.
También se ha lanzado en contra de los médicos que están a favor del mercantilismo; de los científicos que se resisten a los cambios y la austeridad; de los gobernadores de oposición; de la Cofece, por su altos sueldos y amplia burocracia. Aunado a ello, tuvo desencuentros a raíz de las movilizaciones de mujeres ocurridas el 8 y 9 de marzo de este año.
También, sus críticas se han dirigido a los organismos autónomos como el INE o el Inai, al considerarlos onerosos y poco eficaces. Más recientemente ha cuestionado a otras instituciones como el Conapred o la Conavim.
“Transformación va”
Consultados por EL UNIVERSAL, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente nacional de Morena, consideran que la transformación a favor de los sectores más necesitados y vulnerables está andando.
Para Olga Sanchez Cordero, la Cuarta Transformación tiene una aprobación mayoritaria, entre otros factores, por su política social a favor de quienes menos tienen; por el actuar apegado a la gobernabilidad democrática y su indeclinable compromiso con la honestidad y la austeridad.
En tanto que para Ramírez Cuéllar, a dos años del triunfo y gracias al pueblo de México, la transformación de nuestro país avanza.
A su vez, al hacer un recuento de lo ocurrido hace dos años, Janine Otálora Malassis, magistrada de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, señala que las elecciones de 2018 fueron las más importantes de nuestra historia democrática.
“Su importancia derivó del compromiso democrático de la sociedad, que destacó por su alta participación en las urnas, por una votación contundente y por la madurez política de los actores, que se tradujo en una muy baja litigiosidad de los resultados, nunca antes vista”, subraya.
“Sólo buenos propósitos”
Los analistas José Antonio Crespo, Mauricio Merino y Luis Estrada dijeron que este 1 de julio, cuando se cumplen dos años del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador, el Presidente no tendrá buenas cuentas que informar.
Jacqueline Peschard, académica de la UNAM y excomisionada del Inai, considera que esta administración ha generado una gran expectativa de combate a la corrupción y la transparencia, pero tiene un déficit enorme en la materia.
José Antonio Crespo señala que el balance del Ejecutivo es malo, tanto en lo económico como en salud y en materia de seguridad, porque de nada sirve tener muy buenos propósitos si se aplica una política mal planteada.
Para Mauricio Merino, académico del CIDE, el Mandatario federal “no ha tenido buenas cuentas”, sino muchas palabras, adjetivos y promesas.
Luis Estrada Straffon, director de la consultoría SPIN, agrega que el Ejecutivo pone una expectativa que llama Cuarta Transformación, comparándola con la Independencia, la Reforma y la Revolución, y si fuera cumplida, se vería un cambio real.
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx
