Activistas ambientales alertan sobre riesgos catastróficos en la ruta del Tren Maya

Cuestionan la falta de transparencia en los estudios de impacto y alertan sobre riesgos catastróficos en la ruta Cancún-Playa del Carmen.

Activistas ambientales han emitido una advertencia seria sobre los peligros ambientales que rodean la construcción del Tren Maya, particularmente en el tramo entre Cancún y Playa del Carmen, en Quintana Roo. La alarma se centra en la construcción del tren sobre un suelo hueco, con señalamientos de hace dos años que, según ellos, fueron ignorados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

José Urbina, integrante del movimiento #SélvamedelTren, expresó su preocupación sobre la construcción que atravesaría cuevas, cenotes y cavernas, y criticó la respuesta de las autoridades ante sus advertencias previas. El espeleólogo Guillermo D’Christy lamentó la falta de atención a estas preocupaciones durante más de dos años y destacó la necesidad de una transparencia completa en los estudios geofísicos e hidrológicos.

La Sedena admitió recientemente que el 68% del Tramo 5 Norte se encuentra sobre un suelo hueco de “alta karsticidad”, lo que ha llevado a la construcción de un viaducto elevado sobre pilotes perforando cenotes, cuevas y ríos subterráneos. Sin embargo, no se proporcionó información sobre el Tramo 5 Sur ni sobre los impactos ambientales.

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Los activistas exigen la presentación de los estudios realizados y alertan sobre los riesgos de construir sobre suelos porosos, advirtiendo sobre posibles colapsos y contaminación del acuífero. Greenpeace, desde marzo del año pasado, había destacado los peligros de construir infraestructuras ferroviarias en terreno kárstico.

Además, #SélvamedelTren ha señalado cuarteaduras en los pilotes y la falta de tratamientos anticorrosión, juntas de neopreno y medidas sísmicas adecuadas. También han denunciado la destrucción de manglares en el Tramo 6 del Tren, evidenciando la falta de consideración ambiental.

La inauguración del Tramo 5 Sur y la ruta completa del Tren Maya, inicialmente planeada para diciembre, luego para enero, ahora se pospone hasta después de junio. La falta de transparencia y la creciente preocupación de los activistas plantean interrogantes sobre la viabilidad y sostenibilidad ambiental del proyecto.

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