Diversas organizaciones ambientales han acusado a Petróleos Mexicanos (Pemex) de manejar con opacidad el reciente derrame de petróleo en la Sonda de Campeche, producto de una fuga en un ducto de los campos “Ek Balam” desde el 6 de julio.
Las organizaciones expresaron su preocupación ante la falta de transparencia en el manejo de este derrame, destacando la posibilidad de que sea solo un ejemplo de otros incidentes similares que pasan desapercibidos y sin recibir atención. En un comunicado conjunto, señalaron que hace un mes se registró otro derrame en la misma zona, con una extensión aproximada de 270 kilómetros cuadrados.
Además, destacaron que los incidentes en las instalaciones de Pemex han aumentado un 126% entre 2020 y 2022, mientras que el presupuesto destinado al mantenimiento de dichas instalaciones se ha reducido en un 49%. Esto ha generado una situación de precariedad laboral que, según afirman, constantemente se traduce en víctimas mortales.
Las organizaciones ambientales manifestaron su preocupación ante la intención de la industria fósil de normalizar los desastres ambientales y humanos como meros errores humanos, cuando en realidad son consecuencia de un modelo que externaliza los costos asociados a su operación. Subrayaron la necesidad de que México no continúe apostando por un modelo basado en la explotación y el sacrificio de poblaciones y territorios.
Estas reacciones de las organizaciones ambientalistas se producen después de que Pemex admitiera el derrame de petróleo a causa de una fuga en un ducto de los campos “Ek Balam”. Según la empresa estatal, el incidente fue reportado a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y a la Secretaría de Marina (Semar). Pemex aseguró que el volumen de hidrocarburos fugados fue mínimo y descartó cualquier relación con el incidente ocurrido en la plataforma “Nohoch-A” el 5 de julio. Además, afirmó que la fuga ya ha sido completamente reparada.
De acuerdo con Pemex, las fisuras en el ducto tenían una longitud de siete centímetros y un ancho de un milímetro, mientras que el poro tenía un diámetro de 1.2 centímetros. La compañía informó que la mayor parte del volumen derramado se recuperó de manera inmediata y que la iridiscencia se dispersó. Según sus especialistas, el volumen reportado de petróleo derramado fue de 365 barriles, equivalente a unos 58 metros cúbicos, afectando un área de 0.06 kilómetros cuadrados. La película de aceite se estimó en un milímetro.