En un contexto marcado por acusaciones de opacidad y desconfianza, el comisionado Adrián Alcalá Méndez asume la presidencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai). La elección, tras cuatro rondas de votaciones y el voto de calidad de la expresidenta Blanca Lilia Ibarra, se da en un momento crítico para la institución.
El cuestionado nombramiento enfrenta resistencia, especialmente por parte de la comisionada Julieta del Río Venegas, quien retiró su candidatura, argumentando la falta de solvencia ética y moral de Alcalá Méndez para liderar el instituto. Su voto se inclinó a favor de Josefina Román Vergara.
Las tensiones se intensifican debido a acusaciones previas contra Alcalá Méndez, quien supuestamente encubrió a sus exjefes, Óscar Mauricio Guerra y Rosendoevgueni Monterrey, investigados por el uso indebido de tarjetas institucionales en un table dance durante su tiempo como comisionados en 2014.
A pesar de las críticas, Alcalá Méndez, durante su exposición inicial, se defendió afirmando que no se prestará al juego de redes que buscan desprestigiarlo. Tras su elección, la diputada panista María Elena Pérez-Jaén expresó su preocupación, señalando que la salida de la presidenta saliente del Inai deja incertidumbre en la institución.
El llamado de Del Río Venegas a resolver las denuncias existentes destaca la tensión interna en el Inai, mientras la comunidad observa con atención el desempeño de Alcalá Méndez al frente de la institución encargada de garantizar la transparencia y protección de datos en México.