Tras el sismo registrado frente a la península de Kamchatka, en Rusia, con una magnitud de 8.8, autoridades mexicanas activaron una alerta de tsunami a lo largo de diversas costas del Pacífico. El Centro de Alerta de Tsunamis de la Secretaría de Marina avisó sobre la posibilidad de un incremento en el nivel del mar, estimando olas de entre 30 centímetros y un metro. Este aviso motivó el despliegue de operativos preventivos en estados como Baja California, Sinaloa, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, entre otros.
Se recomendó evitar playas y zonas costeras, así como extremar precauciones en las entradas de los puertos ante la presencia de corrientes fuertes y poco usuales. El sistema de Protección Civil difundió horarios aproximados para el arribo de las olas a distintas regiones, marcando la madrugada del 30 de julio como el periodo de mayor atención.
Sin embargo, las autoridades informaron que este fenómeno no generó grandes riesgos para la población ni daños materiales en el territorio nacional. El monitoreo constante mostró variaciones moderadas en el nivel del mar, y se consideró que la alerta tuvo un carácter principalmente preventivo. La población fue exhortada a mantenerse atenta a futuras indicaciones y a conservar la calma mientras permanezcan los protocolos vigentes para salvaguardar la integridad de quienes residen o visitan las zonas costeras.
La situación se mantiene bajo vigilancia y no se reportan incidentes graves, destacando que la coordinación entre dependencias federales, estatales y municipales permitió actuar de manera oportuna y reducir cualquier posibilidad de afectación significativa.
