Ciudad de México— Debido al proceso electoral rumbo a las votaciones de 2018, en los próximos seis meses y medio los mexicanos van a estar expuestos a 59.7 millones de spots protagonizados por partidos, precandidatos, candidatos y autoridades electorales, tanto de radio como en televisión, informó ayer el periódico El Universal.
Esto representa 304 mil promocionales al día, que se difundirán en un horario de 6 de la mañana a la medianoche, en 3 mil 111 concesionarias.
Todas las emisora transmitirán los mensajes, relativos tanto a la elección federal como a los 30 comicios locales.
Necesario buscar otros modelos
Debido a que el bombardeo de mensajes, pero sobre todo su contenido, en su mayoría superficial o de “campañas negras”, expertos han señalado que –a 10 años de vigencia de ese modelo– es tiempo de revisarlo, lo que sería deseable luego del proceso electoral de 2018, refire El Universal.
Ese modelo, resultado de la reforma electoral de 2007, consiste en la prohibición para que terceros compren promos políticos de radio y televisión.
Los mensajes políticos –48 minutos diarios en proceso electoral– son con cargo a los tiempos del Estado y su distribución es facultad exclusiva del Instituto Nacional Electoral (INE).
Aunque la gratuidad debe mantenerse para no encarecer más las campañas, los expertos e incluso los partidos que impulsaron ese esquema reconocen que debe perfeccionarse.
No sólo por el volumen y dudosa eficacia de esos promocionales para un debate informado, sino incluso por la caída de las audiencias de radio y televisión.
Pero eso no es todo, es necesario considerar el mercado negro de propaganda política en medios electrónicos e incremento de la litigiosidad, pues han dado pie a la proliferación de quejas y denuncias.
Todos los partidos –salvo PRI y PVEM– promovieron ante el INE dar reversa a la “spotización” con medidas posibles sin cambiar la ley, pero autoridad y concesionarios argumentaron su imposibilidad por dificultades técnicas y falta de tiempo.
La propuesta era compactar los spots de 30 segundos para difundir menos mensajes, pero más largos. Además, dar más velocidad para subirlos o bajarlos del aire –como ocurre con promos comerciales, según la coyuntura–, lo que permitiría una especie de “debate” vía promocionales. Ninguna prosperó.
Fuente: diario.mx