Desde noviembre de 2018, el senador Arturo Bours Griffith ha acumulado 79 inasistencias, pero ha cobrado su salario completo cada mes. Las ausencias se justifican, pero su participación en votaciones es mínima. Esta situación se replica en varios legisladores, incluyendo a miembros destacados de la llamada Cuarta Transformación.
El reglamento del Congreso de la Unión establece claramente que los legisladores que no puedan asistir a las sesiones deben notificarlo al presidente del Senado y, si la ausencia es prolongada, deben obtener una licencia. Sin embargo, en el caso de Bours Griffith, estas normas parecen flexibles, ya que ha logrado evitar asistir a las 16 sesiones del último período, sin consecuencias aparentes.
Las ausencias del senador de Morena por Sonora no solo han afectado su participación en las votaciones, sino que también han repercutido en el proceso legislativo. Durante febrero y marzo, Bours Griffith no ha participado en la votación de 67 dictámenes, lo que refleja un vacío en su deber como representante del pueblo.
Este fenómeno no es exclusivo de Bours Griffith. Otros legisladores, como Citlalli Hernández Mora, Napoleón Gómez Urrutia, Jaime Bonilla Valdez, Sasil de León Villard y Jorge Carlos Ramírez Marín, también muestran altos números de ausencias y una participación limitada en las votaciones.
Resulta preocupante que en un periodo electoral, donde se esperaría un compromiso renovado con la representación ciudadana, las ausencias de los legisladores se incrementen, especialmente entre aquellos que forman parte de la llamada Cuarta Transformación.
Es esencial que los legisladores asuman su responsabilidad con seriedad y cumplan con sus obligaciones para las cuales fueron elegidos. La transparencia en el ejercicio de sus funciones y la rendición de cuentas son fundamentales para fortalecer la confianza en las instituciones democráticas del país.
