En su reciente conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, arremetió contra el expresidente Ernesto Zedillo, destacándolo como un “representante de la oligarquía”. El mandatario defendió su postura en respuesta a las declaraciones de Zedillo en un foro privado, donde defendió el neoliberalismo y criticó a los líderes populistas.
López Obrador afirmó que Zedillo tiene el derecho de expresar sus opiniones, pero señaló las profundas diferencias ideológicas entre ambos. Mientras Zedillo aboga por el neoliberalismo, el actual presidente lo define como “neoporfirismo” y lo vincula con la protección de minorías en detrimento del pueblo.
El presidente rechazó la gestión de Zedillo, acusándolo de haber gobernado para “los de arriba” en lugar de para el pueblo. López Obrador insistió en que durante el mandato de Zedillo no hubo una verdadera democracia, sino más bien una “oligarquía con fachada de democracia”. La discrepancia entre ambos líderes se centra en la concepción de la democracia y el papel del gobierno en beneficio de la sociedad.