Las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos se han visto envueltas en una serie de tensiones, según lo ha denunciado el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Desde su asunción al cargo en diciembre de 2018, AMLO ha destacado varios episodios que han marcado la relación bilateral.
El primer roce entre ambas administraciones ocurrió en diciembre de 2020, cuando López Obrador tardó 39 días en felicitar al presidente electo Joe Biden por su victoria en las elecciones presidenciales. Esta demora fue vista como un gesto de distanciamiento, especialmente cuando otros líderes mundiales, como Vladimir Putin y Jair Bolsonaro, también tardaron en reconocer la victoria de Biden.
Desde entonces, los desencuentros han sido recurrentes. En marzo de 2021, López Obrador cuestionó la injerencia del Departamento de Estado estadounidense al alertar sobre la impunidad y bajas tasas de enjuiciamiento en México en materia de derechos humanos. Este fue el comienzo de una serie de reproches por lo que considera intromisiones en asuntos internos de México.
En mayo de 2021, el Gobierno mexicano envió una nota diplomática a Estados Unidos para reclamar el financiamiento de la Embajada estadounidense a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). AMLO calificó esta acción como una violación a la soberanía del país.
Las tensiones se intensificaron en febrero de 2022, cuando el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, pidió a México mayor rendición de cuentas por el asesinato de periodistas. López Obrador lo acusó de injerencista y de estar mal informado.
El año 2023 no fue diferente, con AMLO desairando la invitación de Biden para asistir a la Cumbre de las Américas y, en diciembre del mismo año, reprochando la actitud de EE.UU. hacia el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, durante su visita.
Las tensiones alcanzaron su punto más álgido en febrero de 2024, cuando el presidente mexicano exigió una disculpa pública de Biden tras la difusión de investigaciones realizadas por la DEA contra algunos de sus colaboradores cercanos.
En abril de 2024, López Obrador volvió a reprochar a Biden la tibieza con la que se pronunció tras la irrupción armada del Gobierno de Ecuador en la Embajada de México en Quito.
Ante estos episodios, el presidente mexicano anunció su decisión de no participar en la Cumbre de Líderes de América del Norte, a realizarse este año en Canadá, “si no hay un trato respetuoso”.