“Da hasta pena” reconocer que la cultura del agandalle llegó hasta el Plan Nacional de Vacunación contra Covid-19, subrayó este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al admitir que desde legisladores afines a su movimiento “se pasaron de vivos” y hasta médicos que, vía el influyentismo, lograron inmunizar a sus familiares sin pertenecer al personal de salud que combate al SARS-CoV-2, el mandatario demandó a la población esperar el momento para ser vacunados, así como rechazar y denunciar a quienes por “tener agarraderas” en los gobiernos pretendan vacunarse antes de tiempo.
Se trata de que se cumpla con “lo que nos conviene a todos”, destacó al convocar a las personas a respetar el principio de igualdad en cuanto al derecho a la salud.
“Nada de influyentismo, nada de que yo tengo dinero y a mí me toca, a mí me corresponde o yo tengo influencias, agarraderas, conozco al médico que maneja la salud en un estado o a quien trabaja en una dependencia de salud, en ISSSTE, en el Seguro o, tengo, un amigo que es político o líder sindical y así, como era antes es mala costumbre del influyentismo, yo diría del agandalle”, recriminó en su discurso en el marco de la inauguración de una nueva Universidad del Bienestar Benito Juárez García en el municipio de Juan R. Escudero Guerrero.
Tras el reproche presidencial a quienes han abusado, López Obrador aseguró que no han sido muchos los que han caído en esta clase de conductas indebidas, por lo que llamó a la autoridad a ser la primera en poner el ejemplo y a no actuar con prepotencia.
“Da hasta pena decirlo, pero tenemos que ir avanzando en dejar atrás esa subcultura del agandalle (…) afortunadamente no es la regla, es la excepción, son muy pocos los que se comportan de esa manera, la mayoría de la gente entiende que hay que esperarnos hasta nos toque (…) nadie puede en circunstancias de salud tan delicadas actuar con prepotencia y la autoridad está obligada dar el ejemplo”, sentenció.
En seguida dijo estar contento de encontrarse en el estado de Guerrero porque el gobernador, Héctor Astudillo, comunicó que todo el personal de salud en la entidad y que combate al Covid-19 fue vacunado en su primera dosis del antígeno de Pfizer.
Este hecho le dio pie al presidente López Obrador para referirse a la petición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Pfizer de bajar su producción en los países con los que tienen contratos de entrega, a fin de que países con menos recursos también tengan acceso a la inmunización.
Sobre todo en aquellas naciones donde se ha adquirido la vacuna pero las autoridades no la han aplicado a la población y la mantienen congelada.
El presidente detalló que México estuvo de acuerdo con la solicitud de la ONU en razón de que no cambia el plan diseñado para nuestro país debido a que se tendrán las vacunas que se requieren de acuerdo a lo proyectado, al tener otros convenios por ejemplo con Cansino, AstraZeneca y pláticas para obtener la vacuna Sputnik.
Consideró que anuncios como los del gobernador de Guerrero ayuda a que México tenga autoridad para solicitar a las farmacéuticas la entrega de los lotes pactados a diferencia de los países o provincias donde hay reclamos por mantener la vacuna congelada, como en Europa.
Fuente: EXCELSIOR