El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha restado importancia a las revelaciones recientes sobre el presunto espionaje del que fue objeto su subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y dos de sus colaboradores cercanos durante la actual administración. Estos ataques fueron realizados mediante el uso del software de espionaje conocido como Pegasus, según informó el periódico The New York Times.
Durante una conferencia de prensa, López Obrador declaró que había discutido el tema con Encinas y le había aconsejado que no le diera relevancia al asunto. Afirmó que no existía ninguna intención de espiar a nadie y cuestionó la veracidad de las acusaciones. Asimismo, el mandatario señaló que desconoce el origen del espionaje y si se utilizó el software Pegasus, pero aseguró que el Ejército no estaba involucrado y transmitió esa información a Encinas.
No obstante, según la investigación titulada #EjercitoEspía realizada por la revista Proceso, se ha revelado que el Centro Militar de Inteligencia (CMI) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha sido el principal cliente en el mundo del software Pegasus desde 2011 y ha renovado su licencia de uso de forma continua. Además, de acuerdo con The New York Times, la Sedena es la única dependencia en México que mantiene contratos vigentes con la empresa israelí NSO Group, fabricante de Pegasus.
Ante estas afirmaciones, el presidente López Obrador enfatizó que desconoce la identidad de los responsables del espionaje, pero insinuó que podría estar financiado por actores externos y mencionó a Claudio X. González y Carmen Aristegui, quienes habrían utilizado información proporcionada por dichos espionajes. También hizo referencia a hackeos realizados a la Secretaría de la Defensa en el pasado, tanto en México como en otros países de América Latina.
López Obrador reiteró que el espionaje no debe tomarse en cuenta y afirmó que su gobierno no lleva a cabo actividades de ese tipo, destacando su compromiso con el respeto a los derechos humanos y la ausencia de torturas y masacres. Además, recordó que él y su familia han sido víctimas de espionaje desde 1979, señalando la hipocresía de sus adversarios políticos al abordar este tema.
A pesar de las declaraciones del presidente López Obrador, el debate sobre el espionaje y el uso de software de vigilancia como Pegasus continúa generando interrogantes sobre la privacidad y la seguridad de las comunicaciones en México. Se espera que las autoridades realicen investigaciones exhaustivas para esclarecer estos hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.
