El presidente Andrés Manuel López Obrador ha negado rotundamente estar influyendo en el proceso electoral, luego de ser criticado por sus comentarios sobre la precandidata de oposición Xóchitl Gálvez. Durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, declaró: “No estoy llamando a votar por nadie. Solo estoy señalando una realidad: existe un bloque conservador en contra de la transformación del país, y esto lo he dicho desde siempre”.
AMLO reiteró que Xóchitl Gálvez es “la candidata” de Claudio X. González y volvió a mencionar los contratos de las empresas de la senadora. Además, defendió su derecho de advertir al pueblo sobre estas cuestiones: “Tenemos la obligación de advertirle a la gente. Si usted ve que alguien se va a meter a un domicilio a robar, pues lo tiene que denunciar. Los presidentes están obligados a garantizar la justicia, la honestidad y la democracia, esa es mi función y tengo el derecho de decirlo, y además tengo las pruebas”.
En relación con las acusaciones de violencia política de género contra Xóchitl Gálvez, AMLO negó haber cometido tales actos y calificó esto como una cuestión política legítima: “¿Dónde está la violencia? Esto es política y es lo más legal que puede haber. A mí lo que me llama la atención es que sostengan que yo agredí verbalmente a la señora, que hay violencia de género en lo que yo expresé y quiero que me digan qué fue lo que dije según lo cual se trató de un agravio”.
El Tribunal Electoral emitió un análisis preliminar el martes, concluyendo que el presidente pudo haber utilizado expresiones que constituyen violencia política de género contra Xóchitl Gálvez. La decisión ordenó a la Comisión del INE emitir un nuevo acuerdo en 24 horas, considerando el uso de estereotipos de género en las conferencias matutinas.
Ante esto, AMLO se defendió, argumentando que lo “quieren censurar” y que tiene derecho a manifestarse libremente como cualquier ciudadano. Aseguró que acatará la resolución del TEPJ si le prohíben hablar de Xóchitl Gálvez, pero anticipó que consideraría que el Tribunal está “vendido o alquilado”. El presidente enfatizó que esta medida es contraria a la libertad y constituiría una violación flagrante a las libertades fundamentales de las personas.
