México.- “Hay cosas que no se pueden ocultar”, fueron las palabras con las que el presidente Andrés Manuel López Obrador habló de las acusaciones que se hicieron durante la audiencia del pasado martes en el juicio de Genaro García Luna y lo señalan como un cómplice del crimen organizado. Sin embargo, el mandatario de la nación dijo que se debe demostrar que el expresidente Felipe Calderón tuvo nexos con estas prácticas ilícitas antes de emitir una opinión relacionada con la declaración del exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia.
“Eso tiene que demostrarse si él sabía y era beneficiario de los negocios ilegales que llevaron a García Luna a acumular muchísimo dinero”, dijo.
De acuerdo con lo dicho por el exfuncionario nayarita durante su declaración, el extitular del Poder Ejecutivo del país pidió que se apoyara al Cártel de Sinaloa en lugar de al grupo criminal liderado por los Beltrán Leyva, a fin de que las operaciones de Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”.
La orden habría venido directamente del exfgobernador Ney González, quien según este testimonio, le habría dicho que habría pactado con Calderón y con García Luna para proteger a este grupo de la delincuencia organizada. No obstante, el testigo dijo que no se cumplió con esta indicación debido a que ya se había pactado con los rivales del también llamado Cártel del Pacífico.
El mandatario de México dijo que no ha tenido injerencia en este asunto, pese a que se le ha criticado por presuntamente haber impulsado el proceso judicial en contra del excolaborador del sexenio del panista. Destacó que no ha hablado de estas acusaciones en contra de su predecesor con el embajador Ken Salazar o con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden por decoro político y respeto a la independencia de la otra nación.
“Vamos a esperar, yo no quiero adelantar vísperas”, dijo.
Además de esto, negó que conociera al esxsecretario de Seguridad Pública federal y sugirió que en este tipo de casos lo mejor es seguir la huella de las operaciones financieras para poder identificar cuando un funcionario acumula riquezas de manera desmedida.