El presidente Andrés Manuel López Obrador conmemoró el 107° aniversario de la Constitución de 1917 anunciando un ambicioso paquete de reformas, con el objetivo de “enterrar” el neoliberalismo que, según él, ha marcado el país. Las propuestas, presentadas en el recinto parlamentario de Palacio Nacional, apuntan principalmente al Poder Judicial, el Instituto Nacional Electoral (INE) y los organismos autónomos, áreas que han sido objeto constante de críticas durante su administración.
El paquete incluye una reforma electoral que busca la elección por voto popular de consejeros y magistrados electorales, así como la eliminación de legisladores plurinominales, reduciendo la Cámara de Diputados de 500 a 300 y el Senado de 128 a 64. López Obrador destaca que esta medida fortalecerá la democracia participativa y reducirá el porcentaje necesario para validar consultas populares y revocación de mandato.
En cuanto al Poder Judicial, el presidente propone una reforma que someterá a jueces, magistrados y ministros a la voluntad popular, buscando desvincularlo de intereses políticos y económicos. Además, el paquete contempla la desaparición de organismos autónomos, considerados “onerosos y elitistas”, así como una contrarreforma a las modificaciones en materia de pensiones impulsadas en el pasado.
Otro aspecto destacado es la reforma energética, la elevación de ocho programas sociales a derechos constitucionales y la prohibición del comercio de drogas químicas y vapeadores. El presidente enfatiza que estas medidas buscan revertir “adulteraciones” que han despojado al país de un carácter social y democrático, añadiendo que no se trata solo del futuro inmediato, sino de asegurar la justicia en el largo plazo.
Tras el acto protocolario, la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde, entregó el paquete a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, asegurando máxima difusión y total transparencia en el proceso legislativo.
