Andrés Manuel López Obrador se dirigió a sus seguidores en el Zócalo de la Ciudad de México para presentar su sexto Informe de Gobierno, un evento que reunió a un público entusiasta pero no abarrotado. Durante su discurso, que se extendió por dos horas, el mandatario enfatizó el respaldo del pueblo a la reforma judicial y a Claudia Sheinbaum, presidenta electa, quien estuvo presente en la ceremonia.
En un momento clave del evento, López Obrador abordó la reforma al Poder Judicial, lo que provocó un aplauso masivo entre sus simpatizantes, quienes corearon consignas en contra de la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña. El presidente, en su estilo característico, realizó una encuesta entre el público sobre si preferían que los ministros fueran elegidos por el Presidente y el Senado o mediante voto popular. La mayoría optó por la segunda opción, lo que generó un ambiente de júbilo y apoyo en el Zócalo.
“Esto ayuda a entender cuál es el sentimiento del pueblo”, dijo López Obrador, subrayando la importancia de que sus vecinos en Estados Unidos comprendan la voluntad del pueblo mexicano. A lo largo de su discurso, el presidente no escatimó en elogios hacia Sheinbaum, asegurando que ella completará los proyectos que él dejó pendientes, como el Tren Insurgente y la creación de un museo para los murales del Centro SCOP.
El informe también incluyó un repaso de los logros de su administración, destacando un crecimiento promedio de 3.4% anual desde 2021 y el reconocimiento de México como el segundo país con menos desempleo. Sin embargo, el presidente no olvidó mencionar su “asignatura pendiente”: la resolución del caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
A pesar de los logros, López Obrador reconoció que México aún enfrenta desafíos significativos, resultado del “atraso causado por los oligarcas insensibles”. Con un discurso que combinó política y emociones, el presidente dejó claro que su legado se basa en la búsqueda de una democracia más profunda y en el empoderamiento del pueblo.
