El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la invitación de las Naciones Unidas para exponer sus críticas hacia el organismo ante la Asamblea General.
En repuesta a la invitación realizada por Alessandra Vellucci, jefa del servicio de información de la ONU, López Obrador recordó que él asistió a la sede del organismo en Nueva York a finales de 2021, y expresó sus dudas sobre su funcionamiento.
“Ya fui a la ONU […] dije que la ONU no atendía lo fundamental que era la corrupción y la concentración de poder en el mundo, y que no estaban haciendo nada, que no habían hecho nada por ayudar a más de 800 millones de personas que viven con 1 dólar diario”, fustigó el mandatario.
La invitación de la ONU se dio luego de que López Obrador afirmara que organismos como la ONU y la OEA no actúan con profesionalismo y son muy tendenciosos.
“Es lo mismo de nuestros adversarios, siempre guardan silencio: callan como momias cuando les conviene y gritan como pregoneros también cuando les conviene, no son serios”, acusó el presidente.
Sin embargo, la respuesta de la ONU no se hizo esperar y Alessandra Vellucci aseguró que tanto en el Palacio de Naciones, en Nueva York, como en todo el mundo hay muestras concretas del trabajo del organismo.
“Al parecer (López Obrador) desconoce el trabajo humanitario que la ONU realiza en varias partes del mundo e hizo su valoración en respuesta a la postura de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos en contra de la militarización del país y el llamado de la relatora especial sobre desplazados internos, Cecilia Jimenez-Damary, quien luego de su visita en el país criticó la falta de cifras sobre la dimensión real del problema, urgiendo al gobierno a legislar para proteger a los mexicanos desplazados dentro del territorio”, señaló Vellucci tras extender al invitación.
Aunque el presidente López Obrador se ha confrontado con los organismos internacionales desde el inicio de su mandato, este último roce se dio luego de que el Alto Comisionado de Derechos Humanos criticara su reforma –ya aprobada por el Congreso– para incorporar la Guardia Nacional a la Sedena.