México se encuentra consternado por la tragedia ocurrida el pasado lunes 27 de marzo en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde murieron 40 migrantes y otros más resultaron heridos en un incendio.
Este martes, migrantes de diversas nacionalidades y miembros de la sociedad civil se manifestaron afuera del gimnasio del Colegio de Bachilleres, donde el presidente de México Andrés Manuel López Obrador tenía previsto realizar una visita de trabajo.
Los manifestantes exigieron justicia por la tragedia y gritaron consignas al presidente de la República para que escuchara sus demandas. Sin embargo, el convoy presidencial no se detuvo para atenderlos, lo que generó un enfrentamiento y un debate en redes sociales sobre la actitud del presidente y la forma de abordar de los migrantes.
En contraste, a su llegada a Ciudad Juárez, el presidente fue recibido por un grupo de simpatizantes con pancartas y banderas de su partido, Morena, quienes lo recibieron con gritos de apoyo y consignas en su favor.
La tragedia en la estación del INM ha conmocionado a todo el país y ha generado una serie de reacciones. La Fiscalía General de la República ha informado que ya se concedieron órdenes de aprehensión contra los presuntos culpables, lo que ha sido recibido con cierta satisfacción por parte de los afectados y sus familias.
Mientras tanto, los migrantes y la sociedad civil han pedido que se les escuche y se atiendan sus demandas de justicia y respeto a sus derechos humanos. Es importante que en momentos como este, la sociedad en su conjunto se solidarice y se comprometa a luchar contra la injusticia y la violencia que afectan a los más vulnerables, como son los migrantes.
