En su conferencia matutina llevada a cabo este miércoles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, admitió una vez más la existencia de laboratorios para completar el proceso de producción de la droga sintética conocida como fentanilo en el país. Sin embargo, enfatizó que México no produce la materia prima utilizada en su fabricación.
Durante su intervención, el mandatario mexicano declaró: “No hay fentanilo, aquí no hay materia prima. Aquí hay laboratorios donde se le complementa y se envía a Estados Unidos”. López Obrador señaló que en años anteriores el gobierno mexicano se sometía a los operativos liderados por la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) en la lucha contra las drogas.
Respecto al fentanilo, López Obrador afirmó que si Estados Unidos decía que existía fentanilo en México, se consideraba una afirmación válida. No obstante, rechazó esta afirmación y aseguró que la producción de fentanilo comienza en países asiáticos, luego ingresa a Estados Unidos y Canadá, y finalmente llega a México.
El presidente mexicano criticó a los medios de comunicación, a los que calificó como “prensa amarillista”, acusándolos de manipular la información y generar la falsa percepción de que México produce la materia prima del fentanilo. Afirmó que este tipo de desinformación causa un gran daño, citando el ejemplo de los ciudadanos estadounidenses que creen que los migrantes introducen la droga a Estados Unidos.
A pesar de la crisis de sobredosis y tráfico de fentanilo que se ha detectado en Estados Unidos, López Obrador declaró que no hay conflicto con dicho país y destacó la importancia de mantener una buena relación entre los gobiernos.
El fentanilo arcoíris, también conocido como fentanilo, es una droga potente consumida principalmente en Estados Unidos y fabricada principalmente en Asia. Según investigaciones, estas pastillas de colores son mucho más fuertes que la heroína y se consideran mortales debido a las miles de sobredosis que han causado en Estados Unidos. En México, su venta y consumo también han generado preocupación entre las autoridades.
En relación a la protección de los derechos humanos de los migrantes, el presidente López Obrador anunció que se enfocará en mantener su protección. Reveló que se ha abierto la posibilidad de emplear a 400 mil migrantes procedentes de Haití, Nicaragua, Honduras y El Salvador.
El mandatario reconoció que se ha trabajado en colaboración con el gobierno encabezado por Joe Biden, incluso manteniendo una reunión con el embajador estadounidense, para continuar autorizando la entrada legal de migrantes que deseen trabajar en Estados Unidos. Esto implica que aquellos que busquen empleo deberán completar los trámites necesarios, como la obtención de visa, como medida para frenar el fenómeno migratorio.
