El presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó las críticas del exmandatario Ernesto Zedillo respecto a la reciente reforma al Poder Judicial, promulgada el 15 de septiembre. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador afirmó que las observaciones de Zedillo son “de risa” y que sus adversarios “hacen el ridículo”, aunque no representan una amenaza real.
López Obrador agradeció a sus opositores por su comportamiento, sugiriendo que su actitud ha contribuido a los avances de su gobierno. “A mis adversarios les agradezco bastante porque sin su comportamiento respetuoso y responsable, no hubiésemos avanzado como se ha logrado”, declaró. El presidente enfatizó que a pesar de las calumnias y ataques, su administración sigue avanzando de manera pacífica en la transformación del país.
Las críticas de Zedillo surgieron durante su discurso inaugural en la Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Abogados (IBA) en Ciudad de México, donde advirtió que la reforma para elegir a los jueces por voto popular busca socavar la independencia del Poder Judicial, transformándolo en un instrumento al servicio del gobierno actual. Zedillo, quien se había abstenido de comentar sobre la política interna durante 24 años, consideró que la frustración de López Obrador por no tener una Corte sumisa ha llevado a una “venganza brutal” contra el sistema judicial.
López Obrador, por su parte, cuestionó la falta de acciones concretas por parte de Zedillo, como convocar a una huelga de pago de impuestos, sugiriendo que sus críticas no tienen un impacto real en la política. La confrontación entre ambos líderes resalta las tensiones en el panorama político mexicano, especialmente en el contexto de la reforma judicial y la percepción de la independencia del poder judicial en el país.
