En una reciente declaración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló una cifra alarmante: 10,000 migrantes llegan diariamente a la frontera norte del país. Esta declaración pone de manifiesto la dimensión crítica de la actual crisis migratoria que enfrenta México y que ha superado la capacidad de las autoridades para gestionarla.
López Obrador informó que en el estado sureño de Chiapas, fronterizo con Guatemala, los ingresos diarios de migrantes han alcanzado los 6,000, mientras que la semana pasada la cifra llegó a 10,000 por día en la frontera norte. Ante este creciente flujo, el presidente instó al gobierno de Joe Biden a colaborar en un plan conjunto para Centroamérica, el Caribe y otros países de América Latina. El objetivo es abordar las causas fundamentales de esta migración, que el presidente atribuye a las dificultades económicas y sociales que enfrentan estas naciones.
Este llamado internacional se produce después del trágico accidente en Chiapas, donde 10 migrantes cubanos perdieron la vida. López Obrador lamentó profundamente el suceso y reiteró sus críticas a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Cuba. Insistió en la necesidad de priorizar los derechos humanos por encima de las ideologías políticas y abogó por un enfoque humanitario para ayudar a los países más afectados por la pobreza.
El presidente también reconoció los peligros que enfrentan los migrantes al atravesar México en su ruta hacia Estados Unidos, incluyendo violaciones a sus derechos humanos y actividades de bandas criminales. En los últimos cuatro días, 15 migrantes perdieron la vida y 47 resultaron heridos en accidentes de tránsito y tiroteos en diferentes partes del país.
En respuesta a esta crisis, López Obrador convocó a 10 cancilleres de países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica para una reunión este mes. El objetivo es definir un plan conjunto de ayuda que se presentará a las autoridades estadounidenses. México se ha visto desbordado por la llegada masiva de migrantes, quienes están utilizando diversos medios de transporte, incluyendo trenes. Esta situación obligó a Ferromex, la principal empresa ferroviaria de México, a detener numerosos trenes de carga.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, admitió que alrededor de 140,000 migrantes esperan en la ciudad fronteriza de Tapachula, en Chiapas, para obtener permisos de tránsito o solicitudes de asilo. Se necesita ayuda internacional para procesar esta abrumadora cifra.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Migración revelan que en septiembre se detuvieron aproximadamente 9,000 migrantes diariamente, un aumento significativo en comparación con los primeros ocho meses del año. En lo que va de 2023, las autoridades mexicanas han detenido a 1.47 millones de migrantes y deportado a 788,089.
Estados Unidos también enfrenta un desbordamiento similar. En los primeros 17 días de septiembre, se registraron 142,037 detenciones de migrantes en la frontera, un 15% más que el mes anterior. Estas cifras incluyen hasta 1,450 personas admitidas diariamente mediante una aplicación móvil para citas de asilo llamada CBP One, pero la gran mayoría son entradas ilegales.
Este aumento en el flujo migratorio está estrechamente relacionado con la crisis económica y la inestabilidad política y social en algunos países de la región, obligando a los ciudadanos a huir en busca de mejores oportunidades de vida. La colaboración internacional se vuelve fundamental para enfrentar esta situación humanitaria sin precedentes.