El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), viajó a Nuevo León para revisar los avances de la refinería Cadereyta de Petróleos Mexicanos (Pemex) el 13 de mayo. Durante su encuentro con los medios, el presidente fue cuestionado sobre el impacto medioambiental de la planta y reaccionó con molestia, acusando una campaña de desprestigio en contra del proyecto.
AMLO señaló a los empresarios del norte del país de estar detrás de las críticas hacia la refinería Cadereyta, acusándolos de impulsar una campaña en contra de Pemex, una empresa que es de todos los mexicanos y de la nación. El presidente instó a los habitantes del estado a no dejarse manipular por la campaña.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, también mostró entusiasmo por la refinería, señalando que vendrán grandes inversiones millonarias para modernizar, recuperar y captar emisiones para el año 2023 y 2024. García declaró que esto significa aire limpio y mejores gasolinas para el estado.
Luego de una reunión privada entre AMLO y García, se acordó una inversión de 3 mil 500 millones de pesos para contrarrestar las emisiones, según reportaron medios locales. Este acuerdo llegó después de advertencias por parte de la Secretaría del Medio Ambiente de Nuevo León, que incluso advirtió una posible clausura ante el aumento de emisiones.
El dióxido de azufre proveniente de la refinería Cadereyta es un componente precursor de las partículas PM 2.5 en específico de sulfatos, y tiene efectos en la salud de las personas, principalmente en las vías respiratorias, la boca y los ojos.
En el contexto de la visita, el presidente AMLO destacó la importancia de modernizar las refinerías para producir toda la gasolina y el diésel en el país y alcanzar la soberanía energética. El día previo, el mandatario también supervisó los avances en las refinerías de Tula, Hidalgo y Salamanca, Guanajuato.
