En la mayoría de las encuestas de principios y mediados de febrero AMLO aún lleva una ventaja importante mas no inalcanzable tomando en cuenta que faltan cinco meses para la elección presidencial. Descarto aquellas encuestas que ponen al primer y segundo lugar con menos de seis puntos porcentuales de diferencia, ya que considero que el fundador de Morena aún tiene al menos ocho puntos de diferencia del candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya.
Como lo menciono, creo que AMLO está perdiendo puntos y distancia rápidamente debido principalmente a cinco factores.
El primero es que muchos de los electores ven con malos ojos las adhesiones de personajes impresentables y hasta hace poco tiempo enemigos a muerte de AMLO en Morena. ¿Cómo cuáles? Bien, podemos decir que los casos más importantes son los de Manuel Espino quién llevó al poder a Felipe Calderón ya que él era el dirigente nacional del PAN en aquellos tiempos, Lino Korrodi quien manejó la organización “Amigos de Fox” en el 2000, Esteban Moctezuma, ex funcionario de Ernesto Zedillo y presidente de Fundación Azteca, el actor Sergio Mayer, Víctor Hugo Romo, Elba Esther Gordillo y su yerno, el líder del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia, entre otros. Todos ellos ocupan cargos dentro de Morena y no movieron ni un dedo para su fundación.
El segundo factor es que se han adherido tantos ex panistas, ex perredistas, ex priistas, que han terminado por quitar espacios a verdaderos militantes que se esforzaron por años en la construcción del movimiento y luego partido Morena. Que obtienen candidaturas que no se ganaron a base de esfuerzo y que son realmente imposiciones del mismo Andrés Manuel. Hay casos de candidatas y candidatos al senado, a diputados federales, locales, alcaldes, gubernaturas que se les da en los espacios donde tienen más posibilidades de ganar o peor aún se les ofrece una candidatura plurinominal.
El tercer factor es que les resulta cada vez más difícil el defender a su candidato debido a la alianza que hizo con el Partido del Trabajo y Encuentro Social, donde el primero se ve involucrado en casos de corrupción por más de 50 millones de pesos en los CENDIS que manejan en Nuevo León y en el caso de Encuentro Social está la situación de que es el partido más conservador de México que claramente es manejado por cristianos evangélicos o pentecostales y que la única razón por la que está en la alianza es debido a que López Obrador es de esa religión. Esto provoca que la gran mayoría de los militantes de Morena no puedan dar un posicionamiento de izquierda sobre temas como los derechos de la comunidad LGBTTTI, la eutanasia, la despenalización del aborto y muchos otros temas más que son vitales en un partido que se dice ser de izquierda. Esto los nulifica automáticamente para criticar la otrora alianza PAN-PRD.
El cuarto factor es debido a que el Peje es el candidato de mayor edad e incluso compite con Ricardo Anaya, quien pudiera ser su hijo dada la diferencia de edades. Ese problema no lo tiene con Meade debido a que no presenta rasgos de un político joven y con ideas frescas. Si bien AMLO está en las preferencias de los millennials actualmente, esto puede cambiar en poco tiempo cuando las campañas se vuelvan más intensas y los tres principales candidatos estén más expuestos a los medios, al escrutinio público y se conozcan sus propuestas durante la campaña.
El quinto y último factor es el número de indecisos que ronda entre un 20% y un 30% del electorado que está a la espera de conocer las propuestas, los debates y de conocer a los candidatos. Ellos definirán la elección. A esto debemos sumar que ya se muestra claramente que la elección será entre AMLO y Ricardo Anaya, por lo que debemos ver hacia dónde se dirigirá el voto útil del PRI y sus aliados.
También debemos tomar en cuenta el voto útil de los candidatos independientes en caso de ir los tres que han alcanzado los requisitos del INE para competir.
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Las precampañas resultaron poco emocionantes, poco interesantes y parece ser que las intercampañas que terminarán hasta el 29 de marzo serán peor. En 2019 se debe pensar en una nueva reforma electoral integral ya que, si bien existen las candidaturas independientes, estas no están pensadas para cualquier ciudadano mexicano que quiera competir. Las candidaturas independientes deben de ser asequibles para cualquiera que quiera competir y que los recursos económicos no sean la limitante como lo son hoy. Es ilógico que un candidato a senador deba conseguir más firmas en su estado para competir que para formar un partido político local, lo mismo sucede para aquella persona que quiera ser candidato presidencial tenga más requisitos que los solicitados para fundar un partido político nacional.
Las elecciones deben de ser menos acartonadas y eliminar las intercampañas que son una pérdida de tiempo y de dinero. También creo que todos los ciudadanos estamos de acuerdo en que tanto el INE como los partidos deben de tener recortes presupuestales sustanciales y suficientes para que los partidos vuelvan a acercarse a la sociedad en busca de militantes que financien tanto al partido como a las campañas y de esta manera los militantes vuelvan a tener un rol importante dentro de sus partidos políticos.
Es necesaria una reforma donde se aumenten los distritos electorales federales que vayan de 300 a 400 debido a que la población va en aumento y muchos distritos deberían de dividirse debido a la cantidad de ciudadanos que viven en estos. En el caso de los plurinominales pasar de 200 a solo 100 ya que estos fueron creados con el fin de dar representación a la oposición en los cabildos, congresos locales y el congreso de la unión cuando el PRI gobernaba todos los municipios y estados y no existían contrapesos en los congresos. Hoy esta figura es innecesaria porque ahora sí hay pesos y contrapesos en todos los estados del país.
Fuente: sdpnoticias.com