La Cámara de Diputados aprobó la noche del 30 de octubre la reforma de Supremacía Constitucional, que busca blindar las reformas al Poder Judicial, con un contundente respaldo de 343 votos a favor y 129 en contra. Esta iniciativa, respaldada por el bloque de Morena y sus aliados, modifica los artículos 105 y 107 de la Constitución, estableciendo que las reformas constitucionales no podrán ser impugnadas ni invalidadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ni por otras instancias.
La votación se llevó a cabo en un ambiente tenso, culminando cerca de las 21:30 horas. La reforma ya había sido aprobada en el Senado y ahora se dirige a los Congresos locales, donde se anticipa que obtenga el visto bueno en al menos 17 estados gracias a la mayoría que posee Morena.
El Congreso de Tabasco fue uno de los primeros en ratificar la reforma, aprobándola con 24 votos a favor y 8 en contra, lo que marca un paso significativo hacia la consolidación de esta modificación. Asimismo, Zacatecas también se unió al apoyo, aprobando las reformas con 18 votos a favor y 10 en contra. Ambas decisiones han suscitado críticas, especialmente del PRI, que argumenta que esta reforma debilita la división de poderes.
El presidente de la Mesa Directiva de Tabasco, Marcos Rosendo Medina Filigrana, defendió la reforma, afirmando que no hace irreformable la Constitución, ya que esa facultad permanece en manos de las dos terceras partes de las cámaras y la mitad más uno de los congresos locales.
Mientras tanto, la tensión entre el Gobierno y el Poder Judicial se intensifica. Ocho ministros de la SCJN han anunciado que no participarán en la elección de nuevos ministros en 2025 y se espera que discutan un proyecto para invalidar parcialmente la reforma. Esta situación ha generado preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional, afectando la estabilidad del peso mexicano y provocando conflictos diplomáticos con Estados Unidos y Canadá, que han expresado su inquietud por el futuro del Estado de Derecho en México.