En una sesión marcada por la tensión y el debate, el pleno del Senado de la República aprobó en lo general una reforma que permite al Poder Ejecutivo utilizar los recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa) de las entidades federativas para financiar el IMSS-Bienestar.
La votación, con 57 votos a favor y 37 en contra, respaldó el dictamen que modifica la Ley de Coordinación Fiscal y la Ley General de Salud, enviándolo ahora a la Cámara de Diputados para su revisión y aprobación.
Sin embargo, senadores de oposición expresaron fuertes críticas hacia la centralización de los recursos de salud, argumentando que el dictamen asigna alrededor de 120 mil millones de pesos provenientes de un paquete global de las 32 entidades federativas.
Claudia Anaya, del PRI, destacó que el Fassa está respaldado por el artículo cuarto constitucional, subrayando la falta de fundamento para modificarlo mediante una reforma a la Ley de Coordinación Fiscal. Criticó la falta de rigurosidad en el análisis del impacto en la estabilidad de las entidades federativas.
Damián Zepeda, del PAN, señaló que con el gobierno actual se ha incrementado a 50 millones la cifra de personas sin acceso a servicios de salud, considerándolo un “crimen”. Criticó la falta de garantías sobre la prestación de servicios al quitar recursos a las entidades federativas.
Patricia Mercado, de MC, a pesar de estar a favor de universalizar los servicios de salud, advirtió sobre los riesgos de hacerlo sin la colaboración de los estados, señalando que la centralización de recursos puede ser una estrategia que no conduzca a resultados efectivos.
A pesar de las críticas, el pleno aprobó tres reservas al dictamen presentadas por el morenista Ernesto Pérez Astorga. Estas establecen que las entidades que colaboren con el IMSS-Bienestar seguirán recibiendo los recursos correspondientes para operaciones en salud pública. Además, se asegura que las entidades federativas, incluso al colaborar con el IMSS-Bienestar, continuarán recibiendo los recursos del Fassa esenciales para sus trabajadores de la salud. La polémica reforma ahora pasa a la Cámara de Diputados para su análisis y aprobación.
