Hoy, tras cinco años de desacuerdos, la alianza de Morena, PT y PVEM se prepara para aprobar la reforma constitucional impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que permitirá que la Guardia Nacional (GN) pase a estar bajo la tutela del Ejército. La propuesta, que se discutirá y votará en la Cámara de Diputados, busca establecer nuevos lineamientos jurídicos para enfrentar la creciente inseguridad en el país.
El dictamen, parte de la tercera reforma presidencial enviada el 5 de febrero, estipula que el titular de la GN deberá ser un general de división designado por el presidente, a propuesta del comandante del Ejército. Esta medida ha generado controversia, ya que partidos de oposición como el PAN, PRI y MC, así como diversas organizaciones civiles, han expresado su preocupación por el riesgo de militarización que conlleva.
La reforma implica modificaciones a varios artículos de la Constitución, lo que obligará a los legisladores a crear leyes reglamentarias que regulen la participación del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada en tareas de seguridad pública. Ricardo Monreal, líder de los diputados de Morena, defendió el proceso, argumentando que es necesario reformar primero la Constitución antes de ajustar las leyes secundarias.
Sin embargo, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez ha advertido que esta transición hacia el control militar de la GN podría ser un paso irreversible hacia la militarización del país, enfatizando la falta de controles civiles externos que garanticen los derechos humanos, tal como lo ha señalado la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La votación de hoy será un momento clave en el futuro de la seguridad en México.