Al menos ocho personas fueron asesinadas en las últimas horas en Acapulco y Chilpancingo, Guerrero, donde la violencia no cesa, pese a que infantes de Marina se encuentran en ambas ciudades para reforzar la seguridad.
Reportes oficiales indican que, en el puerto de Acapulco, la noche de ayer se registró un enfrentamiento entre soldados y un grupo de hombres armados que se desplazaban a bordo de una camioneta y un auto compacto en inmediaciones de la colonia La Cima, en la zona conurbada del principal destino turístico de Guerrero.
Tras los hechos, autoridades localizaron en la batea de la camioneta al menos cuatro cuerpos desmembrados previamente. También hallaron varias cartulinas con mensajes dirigidos a los gobiernos federal, estatal y municipal, donde se advierte un recrudecimiento de la violencia por la disputa de esa estratégica plaza del Pacífico mexicano.
Y la mañana de este viernes, un grupo armado atacó una unidad de trasporte público en plena zona urbana del mismo puerto de Acapulco, donde una mujer que viajaba como pasajera fue asesinada en las inmediaciones de la colonia Leonardo Rodríguez Alcaine, a unos metros de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR).
En tanto, Chilpancingo fueron ejecutados anoche dos taxistas. Los cuerpos quedaron al interior de una unidad de trasporte público abandonada al norte de la capital del estado. La octava víctima fue un hombre del poblado de Zumpango, quien desde la semana pasada fue reportado como desaparecido.
Esta semana, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda anunció la llegada de al menos 200 infantes de Marina que se sumaron a las tareas de prevención del delito en las ciudades de Iguala, Acapulco y Chilpancingo, los lugares con mayor incidencia delictiva en Guerrero y donde actualmente los grupos armados mantienen una disputa por el territorio.
