Un agente de la DEA explicó hoy cómo fue la operación para detener a Joaquín ‘El Chapo‘ Guzmán en febrero de 2014, cuando el narco fue capturado por un equipo de 24 marines mexicanos en un hotel de Mazatlán.
El arresto, previo a la última fuga de Guzmán en 2015, tuvo lugar después de que todos los refugios del capo en Culiacán, la ciudad más grande del estado de Sinaloa, fueran examinados.
En una nueva jornada de testimonio ante la Corte Federal del Distrito Este en Nueva York, el agente Víctor Vázquez explicó la captura del Chapo la madrugada del 22 de febrero de 2014, en torno a las cuatro y media de la mañana, cuando el reducido equipo entró en el edificio de 10 pisos.
Vázquez, al cargo de la operación, recibió un código “777 Confirmado Vic” de parte de los marines, que significaba que habían encontrado y detenido al narcotraficante y requerían al agente bajar al sótano del edificio.
Los marines desconocían la apariencia del capo, por lo que cuando Vázquez llegó al aparcamiento bajo el edificio donde el Chapo estaba retenido de rodillas, junto a sus dos hijas gemelas y su mujer Emma Coronel, le pidieron que lo identificara.
¡Eres tú!”, dijo el agente, según su relato de hoy.
La operación se produjo una semana después de la llegada de los agentes a Culiacán, donde la DEA se dedicó a acabar con la estructura de refugios y túneles de la que el Chapo disponía, para dificultar su vuelta a la ciudad y asegurar su captura posterior en Mazatlán.
Pese a no localizar al narco, la DEA consiguió arrestar allí a un individuo identificado como “Nariz”, que los llevó de tour por cinco localizaciones, todas conectadas a una red de túneles a la que se accedía a través de una bañera que Guzmán utilizó para escapar de los agentes en el último momento.
La detención de “Nariz“, cuyo aspecto físico Vázquez desconocía aparte de la mención a su aspecto físico -“Sabía que tenía algo que ver con la nariz: o muy grande, o muy chica, o que no tenía”, explicó-, se produjo en una fiesta en Culiacán el 17 de febrero.
Los agentes llegaron a la celebración y comenzaron a identificar a los hombres presentes, buscando una Blackberry con un pin -número de mensajería- determinado.
En un momento dado, una de las mujeres presentes se levantó y a gritos pidió que la dejaran ir a comprobar el estado de su bebé, que había dejado en una casa del vecindario.
Un marine la siguió y, cuando entró en la casa, la encontró sujetando un bebé, aunque se alteró demasiado y comenzó a gritar, por lo que el marine intentó tranquilizarla, y una Blackberry escondida en la axila de la mujer se cayó al suelo, una pista que ayudó a identificar el paradero del hombre.
Posteriormente, también el 17, fue arrestado otro individuo conocido como “Picudo”, que ejercía como jefe de plaza del cartel del Chapo en Culiacán.
Picudo les contó que había hablado con El Chapo esa misma mañana y que lo había trasladado a Mazatlán, lo que puso sobre la pista a la agencia acerca del paradero del narcotraficante.
Fuente: https://www.excelsior.com.mx