El regreso a clases en México está marcado por la preocupación financiera de los padres de familia, quienes enfrentan un aumento significativo en los costos de útiles escolares, uniformes y otros gastos relacionados con la educación de sus hijos. Paola Silva, madre de familia en el Centro Histórico de la Ciudad de México, expresó sus inquietudes: “Faltan cosas, mochilas, porque van a repetir uniformes, más lo que vaya saliendo, yo creo que habrá que gastar el ahorradito o pedir prestado… Y pues ni hablar”.
En Tijuana, Rosalía Pérez se encuentra en una situación similar. Acompañada de sus dos hijas y su hijo, Rosalía ha dedicado días enteros buscando los mejores precios en tiendas, zapaterías y papelerías. Sin embargo, se ha enfrentado a la sorpresa de que los comerciantes están ofreciendo productos un 30% más caros que el año pasado.
Según la Asociación Nacional del Pequeño Comerciante (ANPEC), esta situación es un reflejo de la realidad que enfrentan muchas familias en México. Se estima que 6 de cada 10 padres de familia tienen dificultades para cubrir los gastos del regreso a clases, que pueden ascender hasta los 7,200 pesos por alumno.
El presidente de la ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, señaló que el aumento de los costos es una consecuencia directa de la inflación y que los padres de familia están siendo presionados aún más debido a la tendencia de las escuelas de solicitar aportaciones voluntarias que en realidad son obligatorias. Además, con la transición a clases presenciales, los gastos se han incrementado, mientras que muchas familias aún se recuperan de los impactos económicos de la pandemia de la covid-19.
En Tijuana, la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) ha atribuido el aumento de precios al rezago causado por la pandemia, que ha afectado el abastecimiento de productos y ha encarecido el transporte de mercancías. Los comerciantes locales también han señalado que la oferta de ciertos productos, como libretas, es limitada, lo que contribuye a elevar los precios.
Una encuesta de la plataforma de salud financiera Zenfi revela que los padres de familia destinan hasta el 30.5% de su presupuesto para el regreso a clases en útiles escolares, un 27.4% en uniformes y zapatos, un 24.2% en inscripciones y cuotas voluntarias, y un 11.5% en aparatos electrónicos, además de gastos en libros, papelería y transporte.