La violencia en Sinaloa, que ha escalado en las últimas semanas, se refleja en la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi. La percepción de inseguridad en Culiacán, la capital del estado, ha aumentado del 44.7% en junio al 55.7% en septiembre. Este incremento también se observa en otras ciudades, como Mazatlán, donde pasó del 34% al 40%, y en Los Mochis, que subió del 18.7% al 23.5%.
A pesar de estos alarmantes datos, el gobernador Rubén Rocha ha minimizado la situación, afirmando que los enfrentamientos se han limitado a las periferias de Culiacán y que la violencia está controlada. “Estamos cuidando bien. Los hechos han estado afuera y más bien han tenido que ver con civiles enfrentando a la autoridad”, declaró recientemente.
La Fiscalía General del Estado ha reportado un preocupante aumento en los delitos, con 372 vehículos robados y 256 asaltos a comercios en las últimas seis semanas. Desde el inicio del repunte de violencia, se han abierto 172 carpetas de investigación por homicidio doloso y 3 por feminicidios.
La escalada de violencia en Sinaloa se atribuye a los enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa tras la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada. Esta situación ha llevado a la formación de alianzas entre grupos rivales, intensificando la lucha por el control del narcotráfico en la región.
A nivel nacional, la percepción de inseguridad ha disminuido a su nivel más bajo desde 2013, con un 58.6% de mexicanos sintiéndose inseguros. Sin embargo, la sensación de riesgo varía significativamente entre géneros; el 64% de las mujeres se siente insegura en comparación con el 52.2% de los hombres.
Por primera vez desde 2021, Fresnillo ya no es la ciudad con la mayor percepción de inseguridad en México, siendo reemplazada por Tapachula, Chiapas, donde el 91% de sus habitantes considera que vivir allí es peligroso.