En lo que va del año, las autoridades de salud en México revelaron que el 80% de las personas vacunadas contra la gripe han optado por rechazar la recomendación gubernamental de recibir simultáneamente refuerzos de las vacunas rusa o cubana contra el COVID-19. Atribuyendo esta tendencia a la renuencia generalizada a recibir dos vacunas al mismo tiempo, el subsecretario de Salud, Ruy López Ridaura, compartió sus observaciones.
Sin embargo, expertos señalan que parte de esta reticencia podría originarse en la desconfianza hacia las vacunas rusa (Sputnik) y cubana (Abdalá). Argumentan que, al haber sido diseñadas en 2020 para variantes prevalentes en ese momento, carecen de estudios de efectividad contra las variantes actuales del virus. Andreu Comas, profesor de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, compara la situación con la aplicación de una “vacuna antigua” que no ha sido adaptada a las circunstancias actuales.
Resulta llamativo que los sectores de la población considerados de alto riesgo, es decir, mayores de 60 años y personas con problemas de salud subyacentes, quienes aceptaron en gran medida la vacunación contra el coronavirus en 2021 y 2022, ahora sean los principales detractores de la campaña de vacunación actual. A pesar de que México ha adquirido millones de dosis de las vacunas rusa y cubana con la intención de administrar alrededor de 20 millones, solo el 9.5% de los elegibles, aproximadamente 1.9 millones de personas, han aceptado tomarlas desde el inicio de la campaña en octubre.
