La noche de este lunes, se registró una intensa balacera en un campo deportivo del fraccionamiento Alturas del Sur, en Culiacán, Sinaloa, durante un partido de fútbol. Este incidente se suma a la creciente ola de violencia que ha azotado la región en los últimos dos meses, generando preocupación entre los ciudadanos.
Según informes en redes sociales, las detonaciones provocaron que jugadores y asistentes al partido buscaran refugio de inmediato, creando una situación de caos y miedo. La rápida respuesta de la comunidad subraya el clima de inseguridad que se vive en la zona.
En respuesta a estos hechos violentos, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) decidió suspender las clases presenciales en Culiacán y Navolato como medida de precaución para proteger la integridad de sus estudiantes y docentes. A través de un comunicado oficial, la universidad activó su protocolo de seguridad para salvaguardar a la comunidad educativa.
Durante su visita a la Ciudad de México, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reconoció que los grupos delincuenciales continúan teniendo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. “Sí, definitivamente. Tienes que darte cuenta de eso, de que persistan, de que se mantenga esa latente acción violentadora a pesar de que estamos (de forma) permanente”, comentó. Afirmó que, aunque los encuentros entre los criminales y las autoridades se han reducido, siguen siendo una preocupación constante.
El conteo diario de la Secretaría de Seguridad de Sinaloa también reportó incidentes alarmantes este lunes, incluyendo casas incendiadas, personas heridas y casos de privación de libertad. La situación en Culiacán sigue siendo crítica, y las autoridades enfrentan el reto de restaurar la seguridad en una región marcada por la violencia.