La paraestatal Birmex, bajo administración militar, ha contratado a dos empresas privadas para llevar a cabo la distribución de medicamentos y material de curación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en los últimos tres meses del año. Estas empresas, Almacenaje y Distribución Avior y Médica Farma Arcar, obtuvieron contratos por un valor total de 793 millones de pesos, con IVA incluido, con el propósito de repartir una impresionante cantidad de productos médicos.
La distribución se llevará a cabo en las 36 delegaciones locales, las 25 unidades médicas de alta especialidad y el almacén general del IMSS. Estos contratos fueron otorgados después de un proceso de invitación restringida a cuatro empresas, y Birmex actuó de manera ágil al completar este proceso en tan solo 10 días.
Cabe mencionar que Avior, que forma parte del grupo de transportes Traxión, ya había obtenido otro contrato de Birmex por 117 millones de pesos para distribuir productos médicos a cárceles federales, institutos nacionales de salud y centros de la Secretaría de Salud federal entre mayo y diciembre de 2023.
Esta movida de Birmex marca un retorno a la intermediación de la paraestatal en la distribución de medicamentos y materiales de curación, un papel que el Gobierno había intentado asignarle sin éxito previamente. En la licitación de mayo de 2022 del IMSS, Birmex compitió para gestionar el reparto en la Ciudad de México y el Estado de México, pero su oferta fue rechazada debido a insolvencia en varios aspectos cruciales para el contrato.
Esta situación es el resultado de un proceso complejo que comenzó en 2019, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador vetó a tres empresas que antes se encargaban de las compras consolidadas y la distribución de medicamentos en el sector salud debido a acusaciones de monopolio. Desde entonces, se separó la compra de insumos de la distribución, y diversas dependencias se hicieron cargo de esta última, incluyendo la Secretaría de Hacienda, la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS) y, hasta hace poco, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que actualmente se encuentra en proceso de extinción.