Después de la consulta sobre seguir con la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM) que tuvo lugar el fin de semana, realizada por el gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador que, dio pie para anunciar la cancelación del proyecto en favor de la alternativa de la Base Área de Santa Lucía, Citibanamex externó su opinión, en el que reitera su posición sobre la viabilidad de la propuesta alternativa del presidente electo.
Para el grupo financiero, los detalles aún son muy vagos, pero se mantiene escéptico sobre la viabilidad de Santa Lucía. Explicó en un comunicado que la decisión implica un deterioro significativo del marco macroeconómico del país hacia adelante, como lo sugiere el empeoramiento sustantivo de los indicadores macro-financieros después del anuncio de no seguir con la obra en Texcoco.
Para Citibanamex es una señal negativa que esta decisión en particular envía a los mercados internacionales sobre la manera como se hará política bajo el gobierno de López Obrador.
Para el grupo financiero entre los impactos directos que tendrá la decisión del próximo presidente de México de cancelar el NAIM se encuentran que: las consideraciones políticas prevalecieron, los detalles sobre la construcción y operación comercial en Santa Lucía aún son vagos. En el frente técnico, la información técnica sobre le proyecto no se hizo pública con anterioridad, así como de la opinión de los expertos sobre la misma.
En su reporte expresó que, el Movimiento de Tráfico Aéreo (MTA) alcanzará el límite de 55 millones de pasajeros por año permitido por la infraestructura del actual aeropuerto de la Ciudad de México mientras que el de Toluca (MTA por abajo del millón de pasajeros por año) ofrecerá un alivio modesto, pues es poco probable que las dos pistas de aterrizaje propuestas para Santa Lucía haya para entonces obtenido todas las certificaciones requeridas, aún si están listas en el tiempo prometido por AMLO.
En el frente financiero, el banco piensa que el costo de cancelar el NAIM está subestimado. AMLO ratificó que todos los contratos serán honrados, las penalizaciones cubiertas y que existen suficientes recursos en el fideicomiso actual para enfrentar estos desembolsos.
Pero, el costo total del NAIM está estimado en 285,000 millones de pesos, de los cuales 197,000 millones ya se obtuvieron vía emisiones de deuda y Fibra E, así como con recursos fiscales. Por otra parte, los desembolsos a la fecha son de 58,000 millones con otros 112,000 millones asignados a contratos hasta hoy vigentes.
Además de lo anterior, se debe considerar las garantías que se activan sobre los bonos emitidos; un pago obligatorio de dichos instrumentos a su valor de emisión se activará si la concesión a la compañía desarrolladora GACM se cancela. También se genera un evento de impago (default) si la razón de pago de servicio de deuda cae debajo de un múltiplo de 1.15 (hoy dicha razón está en 1.42), lo que limita muy severamente el empleo de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) para propósitos distintos a cubrir la deuda actual (70% del flujo del TUA).
El banco expresó que un acuerdo negociado con acreedores es el resultado más factible pero sus estrategas de deuda piensan que será un proceso largo. Y que a final de cuentas serán necesarios recursos fiscales adicionales, como lo expreso el presidente Enrique Peña Nieto, aun para una expansión mucho más modesta del MTA en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Por su parte entre los impactos indirectos de la cancelación anunciada el lunes por el presidente electo tras la consulta ciudadana de cuatro días, precisó que, a nivel macro, está decisión implica un deterioro sobre una situación inicial relativamente sana, incrementando los riesgos a la baja en su pronóstico de crecimiento del PIB para 2019 a un 1.9 por ciento.
Aún se tiene que calibrar las cifras precisas, en la medida que intenta evaluar; la caída en inversión fija bruta resultado de la cancelación del proyecto, desde el 2.6% anual para la primera mitad del 2019 a un 1.6% en ausencia de dicho proyecto; por otra parte, el impacto de señalización sobre los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), que será particularmente relevante en el primer trimestre del próximo año.
El escenario actual del banco ya asume un monto relativamente bajo de IED en los primeros tres meses del 2019 con 7,400 millones de dólares, pero dicha cifra podría incluso ser más baja, expresó el banco en su análisis “La decisión sobre el aeropuerto: una derrota para el sentido común”.
En el lado financiero, la mayor parte de la atención de los participantes del mercado ha estado en la reacción cambiaria; el peso registró una depreciación de 3.62% contra el dólar durante la jornada del lunes, además del riesgo soberano, con un descenso de 4.2% en el valor del índice de la Bolsa Mexicana de Valores, dado el carácter inesperado de este evento, será importante observar hasta qué grado este deterioro implica una sobrerreacción asociada a un resultado que el mercado no había descontado, o bien si refleja un deterioro más permanente.
El banco descuenta una necesaria respuesta de política para que dicho escenario se materialice, por ejemplo, un aumento de 25 puntos base en la tasa de referencia del Banxico en su reunión del 15 de noviembre.
En su perspectiva de mediano plazo, la visión de “AMLO como un proceso” es ahora más negativa, ya que el banco asumía hasta el lunes que los miembros más moderados del equipo de AMLO tendrían una influencia mayor en su proceso de toma de decisiones.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx