La detención de Jesús Guzmán Castro, alias “El Chuy”, presunto operador del Cártel de Sinaloa y miembro de la facción de “Los Mayitos”, provocó una escalada de violencia en Sinaloa, especialmente en Culiacán, donde se registraron bloqueos, enfrentamientos armados y asesinatos.
“El Chuy”, buscado por Estados Unidos por delitos de conspiración y distribución de cocaína, fue capturado el lunes 5 de mayo en Culiacán durante un operativo conjunto de la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de la República. Tras su detención, al menos siete municipios del estado, incluyendo Guamúchil, Mocorito, Navolato y Escuinapa, vivieron una de las jornadas más violentas desde septiembre de 2024.
Los incidentes incluyeron bloqueos carreteros, casas baleadas y la presencia de convoyes de hombres armados circulando por las calles. Se reportaron al menos 11 personas asesinadas y tres desaparecidas en las horas posteriores a la captura de Guzmán Castro.
La violencia en Sinaloa ha aumentado un 276% en el primer trimestre del año, con un promedio de seis asesinatos diarios. La captura de “El Chuy” se produce en el contexto de una guerra interna en el Cártel de Sinaloa, desatada tras la detención en julio de 2024 de su líder Ismael “El Mayo” Zambada, lo que ha generado tensiones entre las facciones de “Los Mayitos” y “Los Chapitos”.
El Gobierno federal, liderado en seguridad por Omar García Harfuch, ha detenido a 109 presuntos criminales desde octubre, incluyendo recientemente a Jesús “Chuy” Guzmán Castro. Sin embargo, no se ha confirmado si su arresto está vinculado con los recientes actos violentos.
