Desde las 7:00 hora de este sábado, puñados de migrantes caminaban por el Anillo Periférico. Frente a las Torres de Satélite, un vehículo repleto de botellas de agua distribuía el líquido a los centroamericanos; a lo largo del camino, algunos automovilistas abrían las puertas de sus autos para darles “aventón”.
Poco antes de las ocho de la mañana ya había un grupo de migrantes en la caseta de Tepotzotlán, en el Estado de México, en donde están tres camiones que ofrecían servicios médicos y una ambulancia, así como elementos de seguridad resguardando el lugar.
En el camino, algunos sentados sobre sus pertenencias esperaban que alguien les diera “un aventón”; otros que viajan sin niños y en grupos de personas jóvenes, no querían perder el ritmo y andaban por la avenida con paso firme.
La mayoría porta gorros, avanza con la carga de sus pertenencias a su espalda y manos, con coloridas bolsas de dormir que parecían nuevas, sin embargo, traían sólo poca ropa para enfrentar el frío de esa carretera.
En la mitad de la carretera México-Querétaro, Sonia, de Honduras, venía de avanzada con un contingente de poco menos de 20 personas, también camina María Celeste, quienes salieron de la Ciudad de México desde las 4:40 horas de este sábado.
Aún no saben dónde van a dormir, pero la idea es llegar a Querétaro, dijeron las hondureñas, quienes lucen con ojeras, cargando una mochila y bolsas de dormir con aspecto de recién estrenadas.
Entre la neblina de la carretera México-Querétaro, Mario Roberto y Elmer Mejía contaron que los mexicanos les han estado echando la mano, ellos llegaron antes porque les han dado aventón en algunos tramos; “gracias por ayudarnos”, comentaron mientras corrían tras una camioneta que les abrió las puertas para ayudarles.
La noche previa la pasaron en un albergue de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca; durmieron bien, comentó Elmer, y para comer había de todo, señaló con velocidad aprovechando la oportunidad de recorrer un tramo en automóvil.
En el trayecto, se contabilizó al menos cinco automóviles repletos de migrantes, los más pequeños con hasta seis personas a bordo, mientras que las camionetas tenían mayor capacidad y para trasladar a un mayor número de personas colocaban sus pertenencias en los toldos de los vehículos.
Fuente: https://www.excelsior.com.mx