En la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) prevista para 2026, la influencia de China y la llegada de sus inversiones a México serán temas centrales en la negociación, especialmente si Donald Trump retorna a la Presidencia de Estados Unidos. Así lo coinciden especialistas en comercio internacional.
Turenna Ramírez, socia líder del área de comercio internacional en Holland & Knight, señaló que el impacto de China en el escenario del “nearshoring” será crucial, incluso si no es un tema explícito dentro de los capítulos del T-MEC. “El elefante blanco en la mesa de negociación será China, en diferentes aspectos, pero lo más importante es que este ‘nearshoring’ se da por una tensión comercial entre Estados Unidos y China, así como por factores como las reglas de origen”, explicó Ramírez.
Mónica Lugo, directora de relaciones institucionales de Prodensa, destacó que China es un tema de interés tanto para Estados Unidos como para Canadá, debido a la agenda geopolítica. Por ello, México deberá atender las preocupaciones relacionadas con reglas de origen, servicios y seguridad nacional, como ocurrió recientemente con el acero y aluminio.
Lugo, quien fue jefa negociadora en la mesa de Obstáculos Técnicos al Comercio durante la creación del T-MEC, cuestionó la postura ambivalente de México. “México debe tener una estrategia clara sobre su posición frente a China”, afirmó. Explicó que, desde el sector privado, es complicado negar el acceso al mercado a empresas chinas que invierten y cumplen con las leyes mexicanas, especialmente cuando producen bienes que se exportan a Estados Unidos.
Por su parte, Ricardo Aranda, exjefe en la mesa de Laboral y Medio Ambiente del T-MEC, mencionó que si Joe Biden sigue en la presidencia de Estados Unidos, el tema laboral será el más demandado. Sin embargo, si Trump regresa al poder, la guerra comercial con China será un aspecto muy relevante en las negociaciones del tratado.
La próxima revisión del T-MEC en 2026 se perfila como un proceso complejo donde la influencia de China y su impacto en la región serán factores determinantes para la definición de nuevas estrategias y acuerdos entre los tres países miembros.
