Claudia Sheinbaum rindió protesta como la primera presidenta de México, destacando su compromiso con la inversión nacional y extranjera, así como con un Estado de derecho robusto. Durante su discurso inaugural, Sheinbaum garantizó que las inversiones estarán protegidas y que se mantendrá la autonomía del Banco de México, junto con una política fiscal responsable.
En un contexto de incertidumbre económica tras recientes reformas, la nueva presidenta enfatizó: “Tengan la certeza de que las inversiones de accionistas, nacionales y extranjeros, estarán seguras en nuestro país”. Además, prometió no aumentar los precios de combustibles ni de electricidad en términos reales, y convocará a empresarios para ratificar acuerdos que mantengan estables los precios de la canasta básica.
Sheinbaum también abordó la relación con Estados Unidos, afirmando que se aprovechará el tratado comercial con EU y Canadá para fomentar la relocalización de empresas y el desarrollo regional sostenible. “Entre nosotros no competimos, nos complementamos”, subrayó.
En cuanto a la reforma al Poder Judicial, defendió la elección popular de jueces y magistrados como un avance hacia la autonomía judicial, rechazando cualquier insinuación de autoritarismo. “La gente decidirá, eso es democracia”, afirmó, asegurando que los derechos y salarios de los trabajadores del Poder Judicial estarán protegidos.
Sobre la seguridad pública, Sheinbaum prometió una estrategia centrada en la prevención y la atención a las causas de la delincuencia, rechazando la militarización del país. “No regresaremos a la guerra irresponsable contra el narco”, afirmó, destacando la importancia de la coordinación entre distintas instancias de seguridad.
Finalmente, Sheinbaum se comprometió a gobernar para todos, asegurando que su administración trabajará por un México más próspero y justo, consolidando el legado del presidente López Obrador.
