Gerardo Fernández Noroña, presidente saliente del Senado, confirmó la compra de una casa en Tepoztlán, Morelos, valuada en 12 millones de pesos. La propiedad cuenta con un terreno de 1,201 metros cuadrados y una construcción de 259 metros cuadrados. El senador señaló que la está pagando a crédito y que anteriormente la rentaba. Esta compra se hizo en noviembre de 2024, pocos meses después de que Noroña asumiera su cargo en el Senado.
La casa tiene un estilo rústico con amplios jardines, terrazas y una decoración que incluye artesanías diversas de varios estados de México. Cuenta con tres recámaras, cocina, comedor, sala, oficina y espacios para actividades en línea, además de un jardín espacioso con vistas a la montaña. Fernández Noroña ha mostrado la vivienda en videos en sus redes sociales, invitando al público a conocerla.
La adquisición generó cierto debate debido a que Noroña forma parte de un partido que promueve la austeridad, y algunos lo criticaron por no representar la “justa medianía” que su partido impulsa. Sin embargo, el senador aclaró que todos sus bienes están reflejados en su declaración patrimonial pública y afirmó que su patrimonio es fruto de su trabajo, negando cualquier vínculo con actividades ilícitas.
Junto con la compra de la casa, también se informó que Noroña adquirió un vehículo Volvo valuado en 650 mil pesos y que tiene un préstamo bancario de un millón de pesos. Él ha pedido a sus críticos que presenten pruebas si tienen acusaciones en su contra y defendió su derecho a construir un patrimonio personal con esfuerzo y trabajo.
El contraste entre su papel público y la vida privada de Noroña ha dado pie a una discusión sobre la imagen y la realidad de la clase política mexicana, en la que se observa cómo algunos funcionarios adquieren propiedades significativas durante sus mandatos. No obstante, el senador insiste en que su situación financiera es transparente y legal, manejando su casa con recursos propios, pagados a crédito desde hace un año aproximadamente. Esta información ha sido ampliamente difundida en medios y redes sociales, generando un debate sobre la figura y estilo de vida del legislador.
