El Tren Maya costará hasta 47 por ciento más debido al aumento en el costo de insumos como el acero y a las modificaciones del trazado de la obra, con lo que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) estimó que se invertirán 230 mil millones de pesos, cerca de 74 mil millones de pesos más que lo inicialmente previsto por el gobierno.
Actualmente su costo es de 200 mil millones de pesos, 28 por ciento arriba de lo planteado en el ‘Análisis Costo-Beneficio’ del proyecto, en el cual, el gobierno asegura que el precio sería de 156 mil millones de pesos con IVA incluido.
“No hay un techo como tal, pero creo que tenemos que estar llegando a los 230 mil millones a lo mucho, no es que vayamos a llegar a eso, pero todavía es soportable”, reveló en entrevista con El Financiero el director general del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons.
Adicionalmente, el proyecto tiene un retraso de alrededor de cinco meses derivado de diferentes obstáculos en su construcción que involucran a la pandemia del coronavirus, múltiples hallazgos arqueológicos, desabasto de materiales y el encarecimiento de otros insumos.
El encargado del proyecto indicó que el retraso se debe, en buena parte, a los fenómenos meteorológicos que afectaron a la Península de Yucatán el año pasado, con dos huracanes y cuatro tormentas.
Además, el Tren Maya tiene que ‘avanzar’ entre los retrasos en la entrega de materiales, debido a que países como Italia y Alemania, de donde provienen los durmientes, cerraron sus fronteras durante algunos meses generando retrasos.
“También el precio de los fletes nos está pegando y, todo el mundo está afectado por la pandemia con las entregas, tenemos un par de plantas de fabricación de durmientes, estamos esperando a una fábrica a alemana e italiana, ambas están atrasadas tres meses en su entrega precisamente porque tuvieron problemas con la pandemia”, señaló Jiménez Pons.
Además, el proyecto batalla contra el encarecimiento de materiales, como el acero.
El director de Fonatur indicó que el aumento en el precio de ese material impacta en la construcción del ferrocarril, aunque recordó que se realizaron anticipos de hasta el 40 por ciento en la compra de rieles para evitar que las afectaciones en el precio del Tren fueran mayores.
El Tren ha cambiado su trazo y modificó la ubicación de estaciones ante la negativa de algunos ciudadanos de ser reubicados. En Campeche, el gobierno desistió ante los amparos, y optó por colocar la estación a 10 kilómetros de la capital de ese estado.
En Mérida, señaló Jiménez Pons, no se va a construir la estación a unas cuadras de ‘Paseo Montejo’, porque el gobierno quiere evitar una serie de amparos que retrasarían la obra.
Pese a ello, según información del Fonatur, aún es necesario liberar alrededor del 10 por ciento del derecho de vía, así como reubicar a unas 400 familias que ahora habitan en las inmediaciones del trazado del proyecto ferroviario.
El avance global de la obra es del 20 por ciento, y el gobierno confía en alcanzar el 30 por ciento al finalizar el año, para terminar la primera etapa de la obra en diciembre del 2023.
“No podemos cantar victoria, faltan muchos trabajos, falta mucho, pero tenemos que cumplir las fechas”, insistió el titular del Fonatur.
Para el presupuesto del año siguiente, el gobierno pretende destinar 62 mil 942 millones de pesos para la construcción del Tren Maya, según el documento presentado por la Secretaría de Hacienda en días pasados, una decisión que ha sido criticada por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Los proyectos de inversión prioritarios para la administración como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía continúan absorbiendo una buena cantidad de recursos sin señales de su rentabilidad social”, apuntó el organismo.