Al cierre del 2018, 56.6% de la población ocupada en México laboró en condiciones de informalidad, nivel equivalente a 30.7 millones de trabajadores, de acuerdo con información divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Durante el sexenio pasado, dicha variable acumuló un descenso de 3 puntos porcentuales, pues al cierre del 2012, fue de 59.6 por ciento.
Con lo anterior, la meta sexenal de Enrique Peña Nieto se quedó a la mitad pues su objetivo era bajar un punto por año el índice de informalidad.
En el último trimestre de 2018 la informalidad creció 1.8% en comparación con el mismo periodo de 2017; el mayor crecimiento del empleo informal fue en los micronegocios o trabajadores por cuenta propia con un aumento de 4.3%, respecto al mismo periodo de 2018; y en empresas, gobierno e instituciones fue de 2.5 por ciento. Asimismo, el trabajo doméstico remunerado en la informalidad se redujo 2.1%; lo que significa que hay 48,878 empleados menos en este rubro.
Respecto a las condiciones críticas de empleo, también reflejaron un incremento de 1% en el mismo periodo, de tal manera que hay más trabajadores con salarios bajos o con amplias jornadas laborales.
De acuerdo con el Inegi el empleo precario en el país pasó de una tasa de 14.3% a 15.3% (en cifras originales); lo que significó que al menos 8.2 millones de trabajadores se ubicarían en estas condiciones de trabajo.
En el último trimestre de 2018 la Población Económicamente Activa (PEA) aumentó 1.3 millones de personas, como consecuencia tanto del crecimiento demográfico, como de las expectativas que tiene la población de contribuir o no en la actividad económica; así se ubicó en 56 millones (59.7% del total), cuando un año antes había sido de 54.7 millones (59.4 por ciento).
En ese sentido, el número de personas que demandaron un empleo fue de 1.3 millones, mientras en todo 2018 se generaron 660,910 puestos de trabajo formales con registro en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Por otra parte, las personas que percibieron un salario mínimo en los meses de octubre a diciembre fueron 8 millones 663,936; de los cuales 4.1 millones son trabajadores independientes; 3.9 millones son subordinados informales y 502,000 se encuentran con subordinados formales.
Vale la pena destacar que en el último trimestre de 2018 la jornada laboral de los mexicanos fue de 43 horas semanales, con 28.8% de la población. Por un lado, 6% de las personas trabajaron menos de 15 horas semanales y en el otro extremo se ubica 28.8% que laboró más de 48 horas semanales.
La población subocupada, que es aquella que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda, llegó a 3.7 millones de personas; la cual descendió -0.1 puntos porcentuales durante octubre-diciembre de 2018 frente al trimestre inmediato anterior.
Desempleo Se mantiene bajo
El desempleo en el trimestre octubre-diciembre del año pasado se situó en 1.8 millones de personas y la tasa de desocupación correspondiente fue de 3.3%, mismo porcentaje que el de igual trimestre de 2017. Las entidades federativas que tienen las mayores tasas de participación en la actividad económica fueron: Baja California Sur con 67.7%, Colima (67.4%), Quintana Roo (67.2%), Yucatán (65%) y Nayarit (64.9 por ciento).
Por otra parte, las entidades que durante el cuarto trimestre observaron las tasas de desocupación más altas fueron Tabasco con 7.9%, y Ciudad de México, 5.1 por ciento.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx
