En medio de la devastación causada por el huracán “Otis” en Acapulco, Cándido Trinidad de la Cruz busca la esperanza en una conmovedora conmemoración navideña. A dos meses de la tragedia que se llevó a su esposa e hijos, él erige un altar lleno de recuerdos y color, mientras la ciudad costera lucha por reconstruirse tras la peor tormenta que ha azotado la región.
Trinidad de la Cruz, quien sufrió heridas graves durante el huracán, compartió una Nochebuena sin sus seres queridos, sustituyendo las costillas de cerdo a la parrilla por tamales en compañía de su madre. La comunidad, aún en busca de familiares desaparecidos, se enfrenta a la ardua tarea de limpiar los escombros y reconstruir sus vidas.
A pesar de los esfuerzos del presidente Andrés Manuel López Obrador por impulsar un plan de recuperación de 3 mil 400 millones de dólares, muchos negocios locales temen perder la temporada turística más importante: la Navidad. Mientras tanto, la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, envía un mensaje de solidaridad a los afectados, recordando la fragilidad de la vida y la importancia de permanecer unidos en tiempos difíciles.
